Javier Milei cerró ayer su campaña de cara a las elecciones del próximo domingo en el Movistar Arena. El encargado de abrir el encuentro fue el economista Alberto Benegas Lynch, uno de los referentes libertarios, con un discurso que representó un nuevo contrapunto entre el candidato de La Libertad Avanza y la Iglesia Católica porque, entre otros ítems, solicitó “cortar relaciones con el Vaticano” mientras el Papa Francisco esté al mando.

“Creo que habría que iniciar lo que hizo (Julio Argentino) Roca, que es suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario”, consideró Benegas Lynch, de 83 años, algo que generó una ovación por parte de los militantes de la Libertad Avanza.


Esta crítica generó una fuerte reacción del arzobispo de Buenos Aires, Jose Ignacio García Cuerva, quien aseguró estar “azorado y sorprendido”. “Nos encontramos azorados con este cierre de campaña en el que propone alguien en nombre de ‘mi religión católica’, debe tener una religión privada, propia”, indicó en diálogo con Radio Perfil.

“Yo quisiera romper las relaciones con la inflación, con la marginalidad”, agregó García Cuerva, al tiempo que destacó la necesidad de “buscar puntos de encuentro” en lugar de buscar instalar “una nueva grieta”.

En esta línea, añadió: “Para los católicos la figura del Santo Padre va más allá de quien sea porque convencidos estamos de que acá interviene el Espíritu Santo, no es solamente una autoridad, sino que es nuestro pastor, nuestro referente universal”. “Es por lo menos como impactante”, agregó en referencia a los dichos de Benegas Lynch.


García Cuerva, además, recordó que en el ejemplo que Benegas Lynch usó, en 1884, cuando se promulgó la Ley de Educación N° 1420, si bien el presidente Julio A. Roca le había retirado el permiso diplomático al nuncio apostólico de ese entonces, “fue el mismo Roca quien restableció la relación diplomática 16 años después”, y agregó: “Tenemos que aprender de la historia” porque “este tipo de enfrentamientos no nos sirve”.

“Respeto cualquier motivación que tenga la gente para votar a su candidato”, dijo el arzobispo porteño y agregó: “Pero lo que me impactó fueron los aplausos y gritos de vivando con que respondieron a la propuesta de romper relaciones con la Santa Sede” y que eso lo hagan “en nombre de la libertad”.

“Como argentino me asusta que en nombre de la libertad podamos aplaudir, romper relaciones, quebrar vínculos, dejar de tender puentes”, afirmó. Y completó: “No hay que dejar el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro, sino que también votar con los valores del Evangelio. Votar pensando en la solidaridad, los que más sufren. Votar pensando en que Argentina tiene que salir adelante. Para ello, propongo esto de que no dejemos el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro, que también seamos cristianos a la hora de elegir”, concluyó.

La palabra de Milei

Poco más de 12 horas después de su cierre de campaña, Javier Milei fue entrevistado por el periodista “Chiche” Gelblung en Crónica TV. Allí, al ser consultado sobre las palabras de Benegas Lynch, el candidato a presidente dijo que se trata de una posición personal, que no incluiría en una hipotética gestión de gobierno. “No está en los planes”, dijo con claridad Milei.

“Hace tiempo que la Iglesia viene agrediéndonos en forma sistemática, pero entendemos que Argentina es un país católico con fuertes vínculos con la Iglesia. Sería una irresponsabilidad de mi parte hacer algo de esas características”, explicó el líder libertario durante la entrevista en Crónica TV.

Para despejar dudas sobre su posición en el tema, Milei agregó que “si el papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, quisiera venir a la Argentina se lo va a recibir con los honores propios de un jefe de Estado, y con el reconocimiento a alguien que es el líder espiritual de los católicos”.

Otro antecedente

Este contrapunto no es el primero entre Milei y el Papa Francisco. Durante los debates presidenciales, el libertario le pidió “perdón” al sumo pontífice por diversas delaciones en las que lo calificaba de “representante del maligno en la Tierra”, de “jesuita que promueve el comunismo” y de “personaje impresentable y nefasto”.

Más acá en el tiempo, y durante una entrevista que le concedió al periodista estadounidense Tucker Carlson, Milei acusó al Sumo Pontífice de tener una “fuerte injerencia en la política” y mostrar una “gran afinidad con dictadores como (Fidel) Castro o (Nicolás) Maduro”.

El candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, introdujo el tema al debate y expresó: “Javier, más que una pregunta te quiero hacer un pedido. La Argentina tiene millones de fieles católicos y ofendiste al jefe de la Iglesia. Quiero que aproveches estos 45 segundos para pedirle perdón al Papa que es el argentino más importante de la historia”.

Milei evitó referirse a esa entrevista y habló sobre críticas que hizo hacia Francisco años atrás cuando “todavía no estaba en política”. “Parece que estás poco informado, porque ya había pedido perdón por eso, y lo volvería a hacer, porque no tengo problema en eso, porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso”, le contestó al candidato de Unión por la Patria.

“Además, una de las cosas que dije es que si el Papa quería venir a la Argentina, se lo iba a respetar no solo como jefe de Estado, sino como líder de la Iglesia Católica, por lo tanto, dale, dejá de chicanear y dedicate a bajar la inflación y a terminar el gobierno de manera decorosa, dale”, agregó Milei.

Más críticas a Milei y a Benegas Lynch

En sintonía con la línea de García Cuerva, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, aseguró que “el Papa es el líder espiritual más importante del mundo y tenemos la suerte de que sea argentino, más allá de que estemos de acuerdo o no con sus opiniones”.

“Darle la espalda es una falta de respeto a los millones de argentinos que se referencian en él. No cambiemos la ideología intolerante del kirchnerismo por una nueva ideología violenta e intolerante, agregó a través de las redes sociales.

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