Reimundo Vigo Murga, jefe del servicio de Cirugía Plástica del Hospital Pedro Fiorito de la localidad bonaerense de Avellaneda, superó durante su vida dos cánceres. Por estas horas fue dado de alta tras recuperarse de coronavirus con un tratamiento con plasma.

El especialista dijo que para hacer frente al coronavirus "necesitas el 100% de tu fuerza espiritual y estado emocional porque peleas solo con la muerte".

"El doctor Vigo", como le gusta que lo llamen, tiene 68 años y nació en Trujillo, Perú, pero desde los 19 reside en la Argentina porque "es un país de referencia con 30 años de progreso respecto al Perú".

"Estoy eternamente agradecido a este país, me hizo sufrir mucho pero me dio demasiado", aseguró desde la casa de su hijo, a pocas cuadras del Fiorito, donde continúa su recuperación.

Mientras estudiaba Medicina en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Vigo trabajó repartiendo diarios, pintando y vendiendo frutas en un mercado, luego obtuvo su título y comenzó una carrera que lo llevó a su actual puesto de jefe de servicio de Cirugía Plástica del Hospital Fiorito, uno de los centros de Salud de referencia de la zona sur del conurbano bonaerense.

Vigo, que fue médico personal del fallecido presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, fue dado de alta el miércoles luego de recibir transfusiones con plasma de pacientes convalecientes de coronavirus tras haber contraído la enfermedad.

"Estoy bien ahora, pero un día me estaba despidiendo del mundo y luego de ser transfundido con plasma empecé a respirar con tranquilidad", detalló.

"Me dijeron que era positivo de Covid-19 y me internaron por neumonía", contó con voz animada. "No podía respirar y me pusieron oxígeno, fue el peor día de mi vida", narró. "Me preguntaron si estaba de acuerdo en que me transfundieran con plasma de pacientes convalecientes y luego de firmar la autorización y de siete horas que duró el procedimiento, fue instantáneo, dos horas después ya podía respirar y me sentí mucho mejor", detalló.

El cirujano remarcó que "necesitas al 100% tu estado emocional y fuerza espiritual, porque estás solo peleando con la muerte" al expresar lo que sintió en los días más difíciles de la enfermedad. "Necesitas un lazo afectivo muy fuerte también, desde la ventana de afuera me decían: vos podés, dale. Porque para salir de este virus hay que poner todo de uno hasta que llegue la vacuna", resaltó.

"Es un milagro, hay que dar una mano y donar, no es fácil conseguir plasma, porque una vez que nos curamos nos olvidamos, pero hay gente buena que colabora".

El médico contó que padeció dos cánceres, uno linfático a los 16 años y un adenocarcinoma de recto en 2015, por lo cual, al haber sido transfundido no puede ser donante.

"Yo sobreviví a dos cánceres y soy un tipo de mucha fuerza, este país me hizo muy duro", dijo y manifestó su agradecimiento al especialista de Terapia Intensiva del Fiorito, Luis Cantaluppi, quien lo atendió y también coordina el área de Plasma del Ministerio de Salud bonaerense.