Julieta Silva habló en la cárcel con Medios Andinos. Dio una entrevista en la que narró cómo fue esa noche en que atropelló al rugbier Genaro Fortunato.
 

La joven refirió a la discusión con Genaro y dijo que no fue por otra cosa que "por celos" y reiteró que no vió al joven tirado en el asfalto. "No lo vi, si hubiese visto que se caía no me hubiera ido", dijo.

Aseguró que fue ella quien llamó a la ambulancia luego de que el trapito le dijo que había atropellado a Genaro. Remarcó "entender" al "trapito" que narró los hechos como testigo directo de lo que pasó en calle El Chañaral, pero dijo que frenó cuando él le hizo señas porque "pensé que era para que le pagara".
 

Explicó por qué no fue a ver el cadáver de su novio cuando se dio cuenta que estaba muerto: "El Trapito me dijo que le había pisado la cabeza, y no me quise acercar por eso... porque no podía creerlo y tenía esperanzas en la ambulancia".
 

También habló de su patología visual, explicó por qué no usaba anteojos esa noche. Negó que tuviera lentes de contactos.
 

"Estoy enamorada aún de Genaro", expresó en la nota que dura un cuarto de hora y que ahonda en cómo era la relación entre ambos. Al mismo tiempo incursiona en su personalidad, en las opiniones divididas que genera este caso en la sociedad sanrafaelina y en su reclamo para que "no hablen de mis hijos".
 

Silva sostuvo que ahora en lo que piensa es en "tratar de demostrar lo que ha pasado"; envió un mensaje a los padres y hermanos de Genaro y dijo que hay dos cosas la ponen mal: "acordarme de lo que todo lo que pasó y el no estar con mis hijos".


Fuente: Sitio Andino