Mauricio Macri viaja desde San Martín de los Andes a Buenos Aires para despedir a su padre, Franco Macri, que murió a los 88 años. El empresario sufría problemas de salud que se agravaron en los últimos meses.

La muerte se produjo el sábado por la noche, en momentos en que el jefe de Estado estaba descansando en el Sur del país junto a su esposa, Juliana Awada, y su hija Antonia, después de la apertura del 137° período de sesiones ordinarias del Congreso.

Semanas atrás, el propio mandatario se había referido al estado de su padre en una entrevista con su asesor y filósofo Alejandro Rozitchner, cuando cumplió 60 años. "Hace más de un año está postrado ahí y si tiene algún momento de lucidez, la debe pasar muy mal", dijo en ese entonces el Presidente.

El padre del mandatario había nacido en Roma, Italia, en 1930 y llegó a la Argentina cuando era adolescente. Después de trabajar como asistente de un ingeniero civil fundó una empresa constructora y con el paso de los años lideró el Grupo Macri-Socma, uno de los más poderosos de la Argentina. También incursionó en la industria automotriz (Sevel), sistemas de cobros (Pago Fácil) y la recolección de basura (Manliba), entre otros.

Como empresario construyó un emporio que abarcó desde la construcción de represas hasta la fabricación de autos y lo llevó a ser un referente del establishment nacional. Por su parte, los medios siguieron con interés su vida privada, sus romances y, también, la relación con su hijo Mauricio.

Su infancia estuvo marcada por la separación de sus padres y por la distante relación con su mamá. Macri solía decir que su vínculo con ella lo afectó para siempre. "Las heridas que dejó en mí la aparente facilidad con que mi madre me abandonó, primero en un colegio donde estuve pupilo, luego en la vida de Roma en época de guerra, no habían cicatrizado", confesó en su autobiografía.

En su llegada al país lo acompañaron su hermano Tonino, de 14 años, y su pequeña hermana María Pía. Lo esperaba su papá Giorgio, que ya había empezado su camino en los negocios. Giorgio era accionista de SADOP (Sociedad Anónima de Dragado y Obras Portuarias) y había fundado, en 1955, la constructora Vimac. Así como el trato con su madre le dejó una cicatriz, el trabajo con su padre marcaría a fuego lo que sería su futuro como empresario