En el texto, al que pudo acceder este diario, el Gobierno busca cerrar la polémica que se generó en torno al tema, que incluyó también duras críticas de organismos de Derechos Humanos. Por eso, aclara que el decreto 52/17, el que modificó el régimen de feriados nacionales, "de ningún punto de vista ha buscado desconocer el valor simbólico e histórico de los feriados nacionales", en alusión al 24 de marzo, día nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia; y el 2 de abril, fecha en la que se conmemora a los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas.
 

"Por el contrario fue dictado en la inteligencia de que un buen ejercicio de memoria es el trabajo pedagógico en las escuelas mediante el cual se conmemore con recursos educativos estos hitos históricos", expresa el decreto.
 

Este punto fue, precisamente, parte de la línea discursiva que utilizaron diferentes funcionarios del Gobierno para respaldar la decisión del Presidente. Pero sectores de DD.HH., dirigentes de la oposición e, incluso, varios que integran Cambiemos mantuvieron su disconformidad por la medida. Con todo, el Gobierno decidió dar marcha atrás.
 

En el DNU, de apenas 5 artículos, el jefe de Estado incluye también al 20 de junio, día de la Bandera, en memoria de su creador el general Manuel Belgrano.