Un fallo inédito que deja a un paso de prisión a dos altos dirigentes del gremio Camioneros de San Nicolás, por extorsionar a una empresa, amenazaba anoche, al cierre de esta edición, con una fuerte reacción del gremio en esa ciudad bonaerense que ya comenzó un paro total de actividades. Además, no descartan que a este cese del servicio se pliegue el gremio que a nivel provincial conduce Pablo Moyano.

Se trata de Maximiliano Cabaleyro, concejal del Frente de Todos y jefe del gremio en San Nicolás, y Fernando Espíndola; que están acusados de extorsión y tienen fuertes vínculos con Hugo y Pablo Moyano.

La tensión escaló luego de que la Cámara de Apelaciones de San Nicolás rechazara la eximición de prisión presentada por la defensa de Cabaleyro, quien está acusado de "turbación de la posesión, extorsión, extorsión en grado de tentativa y coacción" a una empresa de distribución.

En la misma causa está imputado Fernando Espíndola, otro dirigente de Camioneros que también se entregó ayer. Ambos quedaron a disposición de la Justicia, a la espera de ser indagados.

La decisión de la Cámara dejó firme el fallo de la jueza María Eugenia Maiztegui, quien el 30 de marzo había ordenado la detención de ambos gremialistas.

Tras ese revés judicial, Cabaleyro llamó a una conferencia de prensa para las 15.30 en la sede de Camioneros, pero finalmente no se mostró ante la prensa. Casi tres horas después se entregó.

Quien hizo declaraciones fue su padre, Julio, ex secretario general de la seccional Camioneros de San Nicolás.

"Lo que le está pasando a Maxi hoy es consecuencia de haber defendido a los derechos de los trabajadores. Los jueces para algunas cosas son capaces y para otras cosas no", señaló Julio Cabaleyro.

Desde ahí lanzó una fuerte advertencia: "Lo que vamos a hacer es un paro de actividades hasta tanto y en cuanto definan que van a hacer con Maxi. Si lo van a detener o lo van a dejar libre". La amenaza se concretó horas después, con la suspensión de todas las actividades de Camioneros en esa ciudad de la Provincia de Buenos Aires, como por ejemplo la recolección de residuos.

"Si lo detienen, muchachos no se trabaja más en ningún lado eh", había amenazado Cabaleyro padre.

Cabaleyro se entregó en la Dirección de Investigaciones de San Nicolás mientras que Espíndola lo hizo en la dependencia policial de Baradero-San Pedro. Ambos fueron voluntariamente cuando ya estaba emitida la captura para evitar ser trasladados con las esposas por al policía.

La empresa de San Pedro que fue bloqueada es una distribuidora de productos alimenticios, que pertenece a Ricardo Rey. Tiene unos 35 empleados. El conflicto se originó cuando el sindicato le exigió pasar a los 35 empleados al convenio 40/89 y los gremialistas supuestamente les reclamaron dinero. El empresario hizo algunos pagos, pero luego la compañía sancionó a un delegado gremial y se agravó el conflicto. Los empresarios dejaron de pagar e hicieron una denuncia por extorsión que ahora desembocó en estas detenciones.