La paja en el ojo ajeno. "Todos tenemos historia, no me puedo hacer el distraído de los tres años y medio que goberné pero ellos no pueden hacerse los distraídos de los 12 años que gobernaron", disparó Macri en referencia a los K.


Once días después de la apabullante derrota en las urnas, el presidente Mauricio Macri reconoció ayer que el resultado adverso que recibió durante las PASO en su carrera por la reelección "fue un palazo" que adjudicó a un "voto bronca" por la situación económica y confió en que logrará revertirlo en las elecciones generales de octubre. A su vez, pidió escuchar "la visión" que tiene sobre el país la expresidenta Cristina Fernández, candidata a vicepresidenta, porque, dijo, "el silencio no da tranquilidad".

Macri realizó esas declaraciones al participar del seminario Democracia y Desarrollo, organizado por el grupo Clarín en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), donde no se cruzó con el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, quien más temprano también participó y fue entrevistado en el evento.

"Quiero recoger el guante del cimbronazo porque antes que presidente soy una persona. Fue un palazo, por el resultado y por lo sorpresivo. Hoy estoy bien, trabajando", arrancó el mandatario en alusión a la derrota electoral.

Para Macri "el mensaje ha sido contundente" en las urnas. Describió que en abril de 2018 el país se quedó sin crédito, "arrancó un proceso recesivo que ha sido muy duro para mucha gente, agotador, agobiante". Por eso, concluyó que hubo "un voto por bronca" en la última elección. "Y tienen razón", dijo Macri, autocrítico con su formación de ingeniero al recordar que lo llevó a poner "el foco en lo estructural, en las bases". 

El mandatario dijo que entonces "desatendió" otras cosas, entre las que señaló que "lo que hemos hecho no alcanza para que todos tengan la heladera llena y puedan vivir mejor" pero prometió "un foco distinto para nuestro segundo mandato".

Luego, repasó logros de su gestión y sostuvo: "Vamos a seguir dando la batalla en cada barrio al narcotráfico". Asimismo, alabó al turismo como "creador de recursos y empleo" y, en ese punto tuvo su primera mención a la plataforma del Frente de Todos. 

Macri elogió que los kirchneristas hayan incluido el crecimiento del turismo entre sus propuestas pero se preguntó cómo lo harán si con ellos "están los gremios que quieren que se cierren las low cost y que no lleguen otras aerolíneas" al país. 

"Me alegra que esté con una actitud de moderación y de desandar muchas cosas que sucedieron", dijo sobre su contrincante y afirmó que en las elecciones "la alternativa es que continúe este gobierno o vuelva a gobernar Cristina desde el lugar que esté" en la fórmula presidencial. En otro tramo del diálogo defendió a su equipo, aseguró que "no va a haber más cambios en Gabinete" luego de la salida del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y dijo sentirse tan responsable de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires "como en cualquier otro distrito". Por otra parte, defendió la gestión del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y dijo que los ataques en su contra eran "una forma de criticar al Presidente sin hacerlo y yo lo asumo de esa manera, acepto las críticas". 

Macri resaltó que su Gobierno buscó "otra forma de convivencia y otra cultura de poder" con obras para el desarrollo y apertura de los mercados".

En la charla Macri confirmó que una misión del FMI vendrá a la Argentina "la semana que viene" y sostuvo que el organismo le dio al país "un montón de plata para hacer lo que tendría que haber hecho hace 70 años" para ordenar la macroeconomía y combatir la inflación. Agregó que el nuevo ministro de Economía, Hernán Lacunza, "está trabajando para equilibrar esta situación, llevar tranquilidad y cuidar a los argentinos". Consideró que si bien "en lo económico no hemos resuelto todos los problemas, estamos mucho más cerca del equilibrio fiscal".