En medio del paquete de medidas para estimular el consumo y la venta de bienes durables, el Gobierno pondrá en marcha este viernes una nueva fase del Plan Procrear para la compra de viviendas. Abarcará unidades nuevas y usadas y apunta a la clase media y media baja. Estas líneas hipotecarias tendrán una tasa en torno a 7,5% más UVA, lo que implica que se actualizarán con el índice de inflación.

Este plan Procrear se había anticipado a principios de mayo y se estima que alcanzará a 10.000 familias. Tendrá tres patas: los beneficiarios deberán aportar un ahorro equivalente al 10% del monto de la propiedad a comprar, el Estado aportará un subsidio no reembolsable por $ 674.000  y el resto se financiará con un crédito en UVA a 30 años de plazo con una tasa en torno 7,5%. Estarán disponibles para la compra de una vivienda única, familiar y de ocupación permanente, nueva o usada.

La inscripción arranca el viernes y estará abierta hasta el 14 de julio. Los postulantes deberán tener entre 18 y 55 años al momento de la inscripción y contar con ingresos familiares netos mensuales de entre $ 25.000 y $ 87.500 -lo que equivale a entre dos y siete sueldos mínimos-, con una antiguedad laboral mínima de un año. Además deberán aportar el equivalente al 10% del valor de compra de la vivienda. 

Los créditos tendrán tasas preferenciales que arrancarán en 7,5% y se otorgarán a través de bancos públicos: Nación Provincia y Ciudad. La relación cuota/ingreso no podrá superar el 25%. El monto del subsidio -que tiene un tope de $ 674.000- estará relacionado con el nivel de ingresos de las familias y con el valor de la propiedad a adquirir. A menor ingreso, más subsidio. 

Como resguardo ante la eventual disparada de la inflación, el programa incluye una cobertura hipotecaria UVA, que representa el 1,5% de la cuota. "La cobertura se activará cuando el índice de inflación supere en 10% el índice de variación salarial, reintegrando el valor excedente", detalla el comunicado.  

Para asignar los créditos, se dividirán a los aspirantes en dos grupos: en uno se incluirá a quienes ganan entre dos y cinco sueldos mínimos y que accederán al 70% del cupo de los créditos y en el otro a quienes tienen ingresos que van de cinco a siete salarios mínimos. Y a cada familia candidata se le asignará un puntaje en base a las estas variables: edad del titular, cantidad de hijos, hogar monoparental, adultos mayores a cargo, integrantes con discapacidad e inscripciones previas.

"Esperamos que con el reordenamiento que estamos viendo de las variables macroeconómicas el programa recupere el ritmo de otorgamiento de créditos que tuvo en el segundo semestre de 2017 y en el primero de 2018", sostuvo Iván Kerr, secretario de Vivienda.