San Juan.- Con la certeza de que este sería el último recital del Indio Solari y con un fanatismo de años a cuestas, Emiliano Carvajal decidió viajar a Olavarría para participar de su primera misa ricotera. De esta manera, llamó a un amigo y juntos partieron en su auto. Sin embargo, la experiencia no terminaría siendo la soñada. Sobretodo luego de que se desencontraran tras el show y ante la búsqueda desesperada tuviera que entrar a la morgue para ver si el hombre NN que se encontraba allí era Juan José, su acompañante. 

En diálogo con DIARIO DE CUYO, Emiliano relató su experiencia. "Llegué esta madrugada de Olavarría. Fui testigo directo del quilombo y la marea incontrolable haciendo el zigzag para entrar al predio. Tengo mi entrada sin cortar. Durante el segundo y hasta el cuarto tema estuve en las cercanías de la torre 2 y 3, cerca del escenario. A la salida fui uno de los que quedó atrapado por las puertas que estaban trabadas cuando en el altavoz ya nos habían mandado a salir", aseguró. 

"Al día siguiente, mientras buscaba a mi amigo perdido, que luego apareció solo y sano por suerte, estuve en el hospital Héctor Cura, donde me hicieron pasar tanto a la llamada Sala B de "salud mental" como a la morgue, para ver si reconocía a mi amigo en alguno de los NN que había, cosa que por fortuna dio resultado negativo. Ayer domingo al mediodía, fui testigo del caos en la ruta 226 con autos en contramano y por la banquina. El recital en sí transcurrió sin grandes sobresaltos. Hubo un comportamiento masivo en los espectadores, que sin dudas fue necesario para el triste resultado. Es medio increíble, pero en ningún momento estuve yo directamente expuesto a riesgo alguno, por andar con los ojos abiertos y el cerebro lúcido. Nada más", aseguró haciendo hincapié en esto. "No haciendo locuras, ni estando en un estado de embriaguez u otra cosa excesiva, uno podía disfrutar el show como yo lo hice sin exponerse a ningún peligro. El Indio paró el show entre 6 y 10 veces para pedir por la gente que estaba caída, exigiendo la presencia de la guardia civil y seguridad", agregó.

Emiliano señaló también que según su criterio hubo fallas en todos lados: "Del  Indio que no podía desconocer la marea de gente que iba a trasladarse a verlo ante el conocimiento de su enfermedad y el temor a estar ante la "última misa". La productora, cuyo operativo para ingresos o salidas y presencia de servicios de emergencia fue vergonzoso y hasta ficticio. El estado, que debe ser la primer garantía para el bienestar de los ciudadanos y por último y quizás más importante: el comportamiento de una parte del publico, donde casi 100.000 sin tickets ingresaron y colapsaron un predio planificado para 150.000 y en el cual los números más tímidos señalan que hubo el doble de gente. Vi mucha gente en un estado etílico extremo, que no podían caminar ni hablar con claridad y estaban en el medio de un pogo en un predio embarrado y colapsado", concluyó.