Con el paso de los días aumenta la atención en las playas de Península Valdés, donde la aparición de ballenas muertas encendió las alarmas y provoca la preocupación de los especialistas quienes aún buscan una explicación al fenómeno. Hasta el momento hay un saldo de 15 animales fallecidos.

En poco más de una semana, la costa de la provincia de Chubut se volvió objeto de estudio e investigación por parte de las autoridades. En parte esto se debe al estado de los cuerpos, los cuales tienen la particularidad de no estar putrefactos y tampoco presentaban signos de debilidad, al contrario, todos tienen aspecto de haber estado en buena condición física, según aseguran los expertos.

Al respecto, Fernando Bersano, director de fauna de la Provincia, dio detalles de la información actual sobre el deceso de las ballenas francas australes (Eubalaena australis). “Es un evento atípico, es un fenómeno natural de las aguas del Golfo y por eso no se puede determinar el tiempo de duración ni tampoco prevenir. Una buena noticia es que la planta de ósmosis inversa y desalinizadora de Puerto Pirámides funciona bien, no se detectaron niveles de toxinas para el agua potable”, afirmó el funcionario en diálogo con la emisora local Radio 3.

Expertos del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral trabajan en las necropsias y toma de muestras de los cuerpos. Al mismo tiempo, el Instituto Nacional de Investigaciones y Desarrollo Pesquero trabaja en conjunto con el CENPAT para el acondicionamiento de muestras que serán enviadas a Mar del Plata para hacer la determinación de toxinas.

Por su parte, Bersano destacó la importancia de este proceso: “Las necropsias se hacen en las playas alejadas, donde no hay acceso público, lo más lejos posible; Cerro Prismático, Punta Colombo o Punta Alta y la disposición de los cuerpos es al mar porque en ese tipo de playas no se puede acceder con maquinaria y extraer los cuerpos para depositarlos en cavas”, indicó.

En ese punto el funcionario se refirió a la principal hipótesis que se baraja por estas horas, que explicaría la razón por la que mueren los animales. “En primera instancia, la hipótesis probable es la intoxicación por biotoxinas, esto es, microorganismos productores de toxinas en el mar que, junto con determinados factores del medioambiente (temperatura, luz, pH, disponibilidad de ciertos nutrientes, salinidad, entre otros) encuentran favorable su multiplicación”.

Tras descartar un posible caso de contaminación que afecte a la población, y por ende la autorización del Ministerio de Salud para que la gente vuelva a consumir agua potable en esa comunidad, el foco está puesto en otras especies. Al respecto, el director de fauna de la Provincia sostuvo: “Hasta ahora, sacando algunos pingüinos cuyos estudios deben determinarse, no hay otras especies afectadas ni informadas”.

Más allá de la noticia, los números reflejan, hasta el momento, una mejor situación en comparación a la temporada pasada, en la que se registraron 45 ballenas francas muertas en las costas de la Península Valdés. Así, los últimos decesos están por debajo del último año pero “es preocupante que las muertes se hayan registrado en un período de tiempo tan corto”, reconocen los especialistas.

Sin embargo, el director científico del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Mariano Sironi, resaltó: “En 2021, de las 45 ballenas francas muertas en las costas de Península Valdés se registraron siete juveniles y 13 adultos. Entonces si bien el número de ballenas adultas muertas de esta temporada aún es menor al de la temporada pasada, es preocupante que las muertes se hayan registrado en un período de tiempo tan corto”.