Señor director:
Pasan las décadas y todavía quedan vecinos que juntan las hojas de los árboles y en vez de embolsarlas o utilizarlas como abono para los canteros, prefieren quemarlas en las acequias o en la misma calle. Esta escena la veo casi siempre en distintos lugares del Gran San Juan, debido a mi trabajo de repartidor. Sin dudas hay que insistir con campañas públicas para tomar conciencia de que si encendemos fuego a las hojas, contaminamos el medio ambiente y provocamos molestias a las personas con enfermedades respiratorias como para los conductores de vehículos que son perjudicados en su visión en las calles.
Rolando Varela
DNI 7.219.046
