Tal vez, uno de los pocos hechos aún desconocidos de la vida de Sarmiento es el atentado contra su vida, cuando cumplía ya casi cinco años de su mandato presidencial. Fue el sábado 23 de agosto de 1873. En esos tiempos existían pujas de poder entre los diferentes caudillos provinciales. Luchas que se resolvían a veces en batallas o con la muerte de los adversarios. Este era el concepto de la vida política del siglo XIX. Justo José de Urquiza fue el primer presidente constitucional de la Confederación Argentina (Constitución de 1853) y su vice fue Salvador María del Carril (quien fuera gobernador de San Juan), en una época donde Buenos Aires no se incluía en esta confederación. Siempre Urquiza contaba con el apoyo de un ya afamado militar, hijo de otro general del mismo nombre, Ricardo López Jordán. Urquiza al casi terminar su mandato presidencial, se reúne con Mitre y a cambio de incluir Buenos Aires en la Confederación, el General Bartolomé Mitre sería presidente y Urquiza Gobernador de Entre Ríos. Este pacto, López Jordán lo interpreta como una claudicación de Urquiza ante Mitre, produciendo un deterioro de la relación entre ambos. 


En 1868 Urquiza perdió las elecciones a presidente contra Domingo Faustino Sarmiento, pero volvió a ser gobernador de Entre Ríos en el mes de abril elegido por la Legislatura, pese al gran respaldo popular que tenía la candidatura de López Jordán. Terminada la guerra contra el Paraguay, Urquiza recibe, en el Palacio San José, en Entre Ríos, al presidente Sarmiento. Esta fue "la gota que llena el vaso" de López Jordán. Este manda a matar a Urquiza y dos de sus hijos (amigos de López Jordán) y la legislatura de Entre Ríos, lo ungen Gobernador y comienza a elaborar lo que se da en llamar la revolución jordanista. Sarmiento tomó la revolución y el asesinato como una provocación en su contra, por lo que envió a Entre Ríos un ejército de "Observación" con veteranos de la Guerra del Paraguay. Sarmiento dictó un decreto que le declaró la guerra como a un país enemigo y declaró a López Jordán y a quienes lo acompañaren "reo de rebelión". Tras una serie de combates López Jordán fue finalmente derrotado en la Batalla de Ñaembé en Corrientes, por lo que huyó al Brasil.

El presidente ya había sido advertido de un posible atentado contra su vida por una carta que le enviara el Gobernador de Santa Fe, Manuel María de Iriondo. 


La venganza de López Jordán

Sarmiento, siendo presidente, siempre era acompañado por una pequeña escolta, salvo, cuando por las noches salía a visitar a su gran amor, Aurelia, 25 años menor que él, hija de su gran amigo Dalmacio Vélez Sarsfield. El plan tomó forma en un bar en el barrio de La Boca. El que explicaba los detalles era Aquiles Segabrugo, un italiano de 38 años a Francisco Güerri, a Pedro Güerri (no eran parientes entre ellos) y a Luis Casimir, todos de 21 años de edad. Segabrugo les ofreció 10.000 pesos, pagaderos en tres veces y les dio un adelanto de 200 pesos fuertes. El sábado 23 de agosto de 1873, Sarmiento salió de su casa de la calle Maipú, entre Tucumán y Viamonte, sólo acompañado por su cochero José Morillo y se dirigió a la casa de los Vélez Sarsfield. Los sicarios esperaron en la esquina del almacén "La Corona". Finalmente, el carruaje en el que viajaba Sarmiento apareció. Francisco Güerri sostuvo el trabuco, disparo y como estaba cargado en exceso, reventó destrozándole la mano. Otros disparos dieron en una pared, pero todo se frustró, siendo detenidos los Güerri por el oficial Latorre y luego detienen a Casimir. Aquiles Segabrugo huyó a Uruguay donde fue encontrado asesinado de tres disparos en aquel país. Años después los Güerri le escriben a Sarmiento, suplicándole que pida una reducción de sus condenas. Sarmiento nunca les respondió.


Por Jorge Reinoso Rivera
Periodista