Existen numerosas opiniones de que el fallo de la Corte Suprema de Justicia, por el que se despenalizó la tenencia de pequeñas dosis de estupefacientes para consumo personal, no es oportuno en un país como el nuestro donde no existen adecuadas políticas de prevención de la drogadicción en niños y adolescentes, y en el que la detección y tratamiento de adicciones no recibe el merecido apoyo oficial.

Primero se tendrían que haber solucionado estos aspectos, antes de avanzar con la despenalización que de acuerdo a la opinión de expertos y de la población en general, no solucionará los problemas de salud, seguridad y económicos entorno a la droga, pudiendo agravarlos.

El titular de Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico), José Granero, dijo que la decisión de la Corte aumentará la tolerancia y en consecuencia el consumo. Investigaciones realizadas entre estudiantes secundarios revelaron que la ley es el límite que frena el aumento del consumo.

Por otra parte, desde lo legal, abogados constitucionalistas han coincidido en que el fallo no se limitará a la marihuana, ya que los tribunales inferiores deberán resolver cada caso sin vulnerar la protección de los actos privados de las personas, como se establece. También señalaron que la "intimidad" en la que es admisible el consumo no se limita a un lugar cerrado, como una casa, sino que incluye lugares públicos, si no hay ostentación.

Las declaraciones de Amparo Manes, una joven de 25 años adicta desde los 12 -publicada por un diario nacional- también demostró la poca conveniencia de la decisión. Dijo que en una ocasión fue detenida mientras viajaba en tren e intentó prender uno de los dos cigarrillo de marihuana que poseía. A consecuencia, se la abrió una causa por consumo de estupefacientes que a los pocos meses fue desestimada. Lamentablemente, para entonces ya estaba presa en Mar del Plata por otra causa, debido a un robo relacionado a su adicción.

Para muchos la marihuana es una puerta a la cocaína y a otras drogas más fuertes, por lo que la despenalización puede llegar a ser la llave a adicciones generalizadas. Dentro de un tiempo estaremos comprobando hasta donde el fallo fue acertado o erróneo. Esperemos que no sea demasiado tarde para arrepentimientos y que los poderes del Estado instrumenten las medidas necesarias para controlar el narcotráfico, y asistir a las personas que son víctimas de este flagelo.