El General Manuel Belgrano falleció en la orfandad absoluta, con sólo 50 años de edad. 

Poco antes que se declarará nuestra independencia, el General José de San Martín, escribía una extensa carta a uno de sus dilectos amigos, Tomás Godoy Cruz, en la cual hacia referencia de manera elogiosa al creador de nuestra bandera: "En el caso de nombrar quien deba reemplazar a Rondeau, yo me decido por Belgrano: este es el más metódico de los que conozco en nuestra América, lleno de integridad, y talento natural: no tendrá los conocimientos de un Moreau o Bonaparte en punto a milicia, pero créame usted que es lo mejor que tenemos en la América del Sur".


Este párrafo sintetiza cabalmente la opinión que tenía el Libertador del Doctor y General Manuel Belgrano, el hombre que forjó nuestra nacionalidad. A estas virtudes, hay que adicionar un caudal de méritos más, siendo protagonista de instancias decisivas en la Historia Grande de nuestra patria. 


Ideal independentista


Repasando sucintamente su pensamiento y accionar, advertimos que desde temprana edad, siendo estudiante de Abogacía en España, Belgrano estaba ya convencido claramente que la situación o los intereses de las colonias americanas, distaban lejos de los proyectos de la metrópolis, ideal que lo atrapó de manera definitiva, hasta sus últimos días. 


Imbuido de este propósito puso su vida al servicio de la causa independentista, ejecutando tareas extraordinarias, incluso montando caballos y librando batallas, no obstante de no haber tenido una preparación militar profesional.


Así vemos que durante las invasiones inglesas al Río de la Plata, en 1806 y 1807, ante la eventualidad de consentir la independencia "con la ayuda" de los conquistadores ingleses, su respuesta fue contundente: "o el amo viejo o ninguno", palabras sabias y proféticas.


Luego, durante la gesta de mayo, como integrante de la Primera Junta, su conducta fue firme en cuanto formó parte del grupo que pretendía la independencia. De esto se desprende su actuación, cuando en febrero de 1812 creó nuestra enseña nacional, actitud que fue censurada por los grupos conservadores porteños. 


Hazañas militares


Luego sobrevienen sus hazañas militares. Fue en el norte argentino donde Manuel Belgrano obtuvo resonantes triunfos en las batallas de Tucumán y Salta. En relación al primero de los combates, se ha manifestado con claridad, que fue una de las victorias que sepultó a la tiranía. Más allá de esta aseveración, la gloria de Tucumán refleja el temperamento emprendedor y perseverante de Belgrano.


Además de lo expuesto, tenemos al Belgrano periodista, divulgador de la ciencia, educador y economista. Sus últimos años estuvieron signados por la desdicha. Llegado el año 1819 abandonó definitivamente el mando del Ejército del Norte, ya quebrado físicamente, y en un estado de miseria total, teniendo que contemplar la temible anarquía que azotaba al país. 


Falleció un año después, en la orfandad absoluta, con sólo 50 años de edad, medio siglo que le sirvieron para legar a la posteridad una obra colmada de conciencia patriótica y compromiso ético.

Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia