La Argentina se apresta a debatir la Eutanasia legal. Diputadas del Frente de Todos ultiman detalles del proyecto que despenalizaría la Eutanasia en la Argentina. De aprobarse, nos sumaríamos a un reducido número de países donde la eutanasia es legal: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia, Nueva Zelanda y recientemente, España. También está legalizada en algunos estados de Australia y de los Estados Unidos.


Comenzamos señalando que el contexto en nuestro país no parece ser el mejor para poner en agenda este tema. Aún resuenan serias objeciones bioéticas, éticas y jurídicas a la legalización del aborto. El debate se daría, además, en un clima de zozobra por la actual pandemia y su impacto en el sistema sanitario. A esto debemos sumarle el estrés del personal de la salud frente a los dilemas éticos que diariamente resuelven ante la pandemia. Sería un despropósito agregar más peso a la ya cargada mochila ética que sobrellevan con gran entereza.


Sin olvidar las contradicciones en el discurso oficial. Me refiero a la decisión de centrar las políticas públicas frente al covid-19, en la primacía de la vida humana por sobre otros derechos. Y no es que ello sea desacertado. Por el contrario, la vida es soporte de los demás derechos. Lo que no se entiende en el discurso del gobierno es que por un lado hace hincapié en la vida como un derecho absoluto y por otro deja sin protección la vida en sus extremos. Porque la legalización del Aborto desprotege la vida inicial cuando es más indefensa y porque la Eutanasia, en el otro extremo, legaliza una acción u omisión cuya consecuencia es la muerte de una persona, biológica o psíquicamente disminuida, por causa de enfermedad o edad. En ambos extremos donde la vulnerabilidad es manifiesta, el Estado renuncia a su deber de ser custodio de la vida humana en todas sus etapas y situaciones. 


La valoración moral de la Eutanasia

En primer lugar, debemos poner orden en las palabras. Tal como aconsejaba Confucio (351 aC), quien preguntado acerca de lo esencial para gobernar bien, contestó: "Sí las palabras no son correctas, el lenguaje no responde a la verdad de las cosas y así los asuntos no se podrán abordar adecuadamente''. En efecto, poner orden en las palabras implica señalar términos ambiguos que causan desconcierto. Por empezar, la Eutanasia no es un homicidio piadoso, es un homicidio directo. Y aun cuando la afectividad de la persona que la aplica esté impactada por sentimientos de piedad, ello no modifica la naturaleza de su acto, que sigue siendo inadmisible en razón de su objeto moral. Efectivamente, la Eutanasia es provocar la muerte por acción (suministrando un fármaco) o por omisión de los medios ordinarios para mantener con vida al paciente terminal. En ese sentido, resultan esclarecedoras las enseñanzas de Requena Meana: "la responsabilidad moral de la muerte que se sigue a una cierta omisión dependerá tanto del grado de causalidad que une la omisión con el efecto letal, como de la obligación que tenía el sujeto de realizar aquella acción de cuya omisión se siguió la muerte'' (Requena Meana, Pablo, Eutanasia, en García, José Juan (director): Enciclopedia de Bioética). Por su parte, la Resolución de la Asociación Médica Mundial sobre la Eutanasia (Bali, Indonesia 2013), define categóricamente que la eutanasia es contraria a la ética, instando a las asociaciones médicas y a los médicos a no participar en prácticas eutanásicas, incluso si estuviere permitida por la legislación nacional o despenalizada.


Del morir con dignidad a la Eutanasia

He aquí otro concepto ambiguo tendiente a quitar gravedad moral a la Eutanasia. Todos morimos con dignidad, por el solo hecho de ser personas. Lo que evidencia la eutanasia es el avance de criterios utilitaristas sobre el valor de la vida y la pérdida de sentido del dolor. Como dice Elio Sgreccia: "La eutanasia, como huida del dolor y de la agonía, se efectúa primero en el espíritu y, luego, en la sociedad y en el derecho.'' (Manual de Bioética I; BAC, Madrid 2009, pág. 855).

Por Miryan Andújar
Abogada, docente e investigadora
Instituto de Bioética de la UCCuyo