General Martín Miguel de Güemes.


En el corriente mes se conmemora el bicentenario del fallecimiento de uno de los patriotas más preclaros de la Historia Grande: el General Martín Miguel de Güemes. Antes de esbozar su vida, manifestamos concisamente lo que su figura representa. 


Sin duda alguna Güemes constituye un modelo o paradigma en el historial argentino-americano. 


Respecto a esta aseveración el Dr. Tomás Diego Bernard, en un escrito publicado en el "Boletín Güemesiano" (junio de 2021) sostiene lo siguiente: "Su condición de paradigma nace del aporte que brinda su arraigo telúrico, su comprensión acabada de los medios y fines de la revolución independentista. Güemes es no sólo el paladín de la libertad en el norte, interpreta ideológicamente el republicanismo y la participación plural del pueblo como expresión concreta de la 'nueva y gloriosa nación'. Güemes se identifica instintiva y volitivamente con el paisano, en la cabal acepción del término. Hemos sostenido que no en vano país, paisaje y paisano tienen la misma raíz semántica. 


Güemes es el paisano por excelencia. Su virtuosismo cívico que lo hermana con las gentes del pueblo, de su tierra, le permite asumir en grado superlativo el país con realidad física, geográfica, en su ubérrima grandeza y con él y a través de él, el paisaje en cuanto panorama natural y humano, conformador de una idiosincrasia propia, portadora de excelencias también singulares. Güemes es estampa y radiografía del país y del paisaje en su preciada condición de auténtico paisano. Y por eso es adalid y guía, símbolo concreto de la realidad que posibilitó la gesta y el sentido reivindicatorio de su raigambre popular...". Retomando el punto sobre su vida, este ilustre hombre hijo de don Gabriel Güemes Montero y de doña María Magdalena de Goyechea de la Corte; nació en febrero de 1785. Siendo niño ingresó como cadete en la compañía del Regimiento Filo, emplazado en Salta, "la linda". Desde entonces prácticamente comenzó su carrera, cuando esta tierra nacía. 

Güemes se identifica instintiva y volitivamente con el paisano, en la cabal acepción del término. Hemos sostenido que no en vano país, paisaje y paisano tienen la misma raíz semántica. 

Luchó contra los ingleses cuando invadieron Buenos Aires, en 1806 y 1807, teniendo un protagonismo valeroso y temerario. A posterior se incorporó a la gran causa, cobrando mayor relevancia su rol, cuando conoció a San Martín, quien se hizo cargo de la vanguardia patriota efímeramente en reemplazo de Manuel Belgrano. Igualmente, y antes, peleó en nuestra primera victoria, la batalla de Suipacha. En aquel norte Güemes es uno de los pioneros en poner en práctica lo que se designa como "guerra de guerrillas o guerra de recursos" la cual consiste en "la acción sorpresiva de los guerrilleros, atacando los flancos, destruyendo las retaguardias, cortando las comunicaciones, privando de aprovisionamientos y apareciendo y desapareciendo como centellas...". En esta táctica participó la población en su conjunto incluidas las mujeres. Estos sucesos nuestra historia los glorificó con el calificativo de la "Guerra Gaucha" la cual tuvo como escenario geográfico el norte Argentino y el Alto Perú. Llegado el mes de junio de 1821 el General Güemes fue víctima de una emboscada. El día 7 de ese mes, durante la noche, un grupo de realistas que había logrado acantonarse en Salta, le dispararon. La historiadora Lucia Gálvez relata estos hechos detalladamente: "Comprendiendo que se trataba de una celada, desenvainó el sable y 'con la rabia de un tigre acorralado' saltó por encima de las dos hileras de soldados (...) Atropellando a quienes le impedían el paso, atravesó banda a banda la columna enemiga. Las balas que habían destrozado su ropa y su gorra parecían respetarlo. Pero la segunda descarga, una bala perdida le dio en la cadera derecha atravesándola hasta la ingle. 


Abrazado al cuello de su caballo galopó hacia la Quebrada de Burgos". En este derrotero fue encontrado por sus gauchos, quienes lo acostaron en una camilla de palos. De ahí lo llevaron a su hacienda de La Cruz. Varios días duró su agonía, aun así les hizo un postrero pedido a sus fieles gauchos: que sigan con la lucha hasta terminar con los enemigos. Falleció el 17 de junio de 1821. El espíritu de Güemes está vivo en los salteños, en aquel gauchaje que viste al presente esos ponchos rojos, color "sangre de toro", con la franja negra en señal de luto, por quien fuera y lo será por siempre su líder y ejemplo criollo.

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia