Los playmobil, pequeñas figuritas de plástico desmontable que atesoran millones de niños y adultos en todo el mundo, se convierten en protagonistas absolutos de la primera exposición parisina dedicada a los míticos juguetes.
Bautizada "Érase una vez playmobil", la retrospectiva que el Museo de Artes Decorativas de París presenta, hasta el 9 de junio de 2010, expone miles de estos muñecos articulados con sonrisa perenne, que creó el alemán Hans Beck en 1974.
"Esta exposición busca mezclar épocas", declaró la comisaria de la exposición, Dorothée Charles y recordó que estos muñequitos de 7,5 centímetros de altura son "los juguetes más mixtos" que existen, pues "el hermano mayor le pasa sus playmobil a su hermana pequeña".
En la vitrina "Explorar el mundo", la conquista del Oeste con indios y vaqueros a lomos de caballos son protagonistas absolutos junto a los exploradores polares. La muestra rescata algunos dibujos enviados a la compañía de manera espontánea por los niños, a menudo acompañados por cartas con apreciaciones por escrito.
"Los niños prestan mucha atención a los detalles y ahí es donde reside nuestro éxito, en el cuidado que prestamos a los detalles", explicó la responsable de mercadotecnia de Playmobil, Cécile L’Hermite, cuya empresa fabrica los juguetes más vendidos en Francia.
Año agridulce para la compañía, con sede en Alemania, que el año pasado tuvo que decir adiós a Hans Beck, "padre" del célebre juguete, mientras celebra el 35¦ aniversario de la creación de las primeras figuritas -el obrero, el indio y el caballero-, todas masculinas.
La representación femenina en esta particular sociedad tuvo que esperar dos años más, en 1976, y los niños y los bebés no llegaron hasta 1981 y 1984, respectivamente.
La concepción de las figuritas surgió como un encargo de la compañía alemana Geobra Brandstätter, en la que trabajaba Beck, para que creara un nuevo juguete, menos voluminoso que los de plomo y aluminio del momento, y menos costoso, para hacer frente a la crisis del petróleo de 1973.
Tres décadas y media después, más de 2200 millones de personajes producidos aseguran a los playmobil la condición de mito, que perdura de generación en generación.
