La FAO y la Universidad de Chile han hecho causa común en una campaña contra la obesidad.


Nuestra historia de seres pensantes, con corazón y cuerpo, con raciocinio y voluntad, lo que pone en evidencia es que estamos llamados a vivir unidos, preocupándonos los unos de los otros, haciendo familia y renaciendo cada día, con las consecuencias que ello conlleva de perpetuarse en el tiempo, y de inmortalizar ese espíritu solidario, tan necesario como imprescindible, máxime en una época en el que muchas personas huyen para salvar sus vidas, por un techo seguro y un lugar donde no tengan que vivir con miedo.

Por tanto, es de agradecer que a pesar del récord de desplazamiento forzado a nivel mundial, los servicios de salud para los refugiados y otras poblaciones desplazadas, sean capaces de resistir, según dice el último informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). De ahí la importancia de que ningún ser humano se sienta propiedad de nadie, sino servidor de todos.

No olvidemos que el derecho de toda persona a no ser sometida a compraventa está reconocido en el derecho internacional como norma inderogable; sin embargo, gracias al dios dinero que todo lo corrompe y a la impunidad de algunos privilegiados, resulta difícil mantener esa vinculación de encuentro, que es lo que verdaderamente nos abre al mundo, a un dilatado horizonte de esperanzas y consuelos.

Ciertamente, en ocasiones, nos quedamos sin aliento al ver tantas vidas truncadas, muertas por el dolor de la soledad, una plaga típica y reveladora de los desequilibrios y conflictos de este mundo globalizado. Bien es verdad que uno tiene que empezar por saber convivir con la luz del amor y de la mente, pues lo fundamental es alumbrarse el camino entre todos, para no tropezar siempre en la misma piedra, y dejar de verter energías en pozos que nos conducen a la destrucción.

Desde luego, cualquier signo de concurrencia vale la pena llevarlo a buen término. Se me ocurre aplaudir ese acuerdo reciente entre el Director General de la FAO y el Rector de la Universidad de Chile, con el fin de impulsar políticas de salud pública que ayuden a disminuir el sobrepeso y la obesidad en la región, fomentando el consumo de alimentos saludables y facilitando la participación de los mercados locales. Está visto que cualquier unión, como muchos Estados han firmado, por abordar el uso sostenible de los recursos naturales, la adaptación al cambio climático y la gestión del riesgo de desastre, contribuye a ese avance humano del que estamos tan necesitados el linaje. También la Organización Internacional del Trabajo, al cumplir un centenario de su funcionamiento en 2019, ha lanzado una campaña mundial para conectar con las gentes, con la vida cotidiana de la ciudadanía, desde la igualdad de género y el empleo juvenil hasta el cambio climático y la inteligencia artificial, a través de un conjunto de imágenes y animaciones dinámicas.

Al fin y al cabo, son estos signos de alianzas entre humanos los que contribuyen a ilusionarnos, a concebir todas las cosas de la vida, a ser personas que saben vislumbrar los problemas humanos, absolver, estar y auxiliar en el momento exacto.

Por Víctor Corcoba Herrero  Escritor