Las colas de gente dando vuelta a la manzana del Estadio Cerrado a media mañana preanunciaban una tarea complicada, pero al final, la entrega de las primeras 5.000 tarjetas magnéticas de la asignación universal por hijo se realizó sin sobresaltos y demoró menos de lo previsto. Se había pensado estar hasta las 14, pero cerca de las 13 ya se habían entregado todos los beneficios, dijeron desde el Ministerio de Desarrollo Humano.

Por la gran concurrencia de gente, se vio desde temprano sobre calle San Luis, puestos de panchos y de choripanes, que creían que iban a tener gente a almorzar. Igual tuvieron sus compradores por la mañana, como también los kioskitos improvisados en la vereda.

La mayoría de los beneficiarios cumplió no llevando lo chicos al lugar, y las embarazadas y portadoras de niños muy pequeños o bebés tuvieron prioridad para pasar. Dentro del estadio hubo unos 130 empleados de Desarrollo Humano, dispuestos en unas 10 mesas ordenadas por letras de apellidos alfabéticamente, donde se firmaba un formulario, que tenían su mesa espejo, donde les entregaban el plástico. Más allá de algunos pocos casos de gente que acudió y no estaba en las listas, no hubo mayores inconvenientes, según la información oficial. Informaron que pronto publicarán nuevas nóminas para darles la tarjeta.