El experto Satoshi dictó ayer el seminario "Demanda de vino argentino en Japón" y explicó estrategias para incrementar la exportación a bodegueros locales.

No es la calidad o el precio el mayor escollo que tiene el vino sanjuanino para poder exportar más volumen al creciente mercado de consumo japonés. Para Satoshi Imae, especialista nipón en marketing y comercio exterior de alimentos, hay tres barreras, que de sortearse, traerán más oportunidades de negocios: lograr más promoción de la región sanjuanina en aquel país, difundir más las características diferenciales de sus vinos o sea, mayor marketing; y tercero, achicar distancias ya sea con más bodegueros viajando a Japón a hacer promociones o trayendo más distribuidores japoneses a la provincia. Imae vino ayer a desarrollar un seminario sobre la demanda de vino en Japón, destinado a bodegueros locales, en la Agencia Calidad San Juan y en el marco del proyecto "Kaisen Tango" que busca profundizar las relaciones de ambos países (ver aparte). Explicó que un estudio de mercado que realizó en su país, encuestando a más de 20 importadores, distribuidores y dueños de restaurantes, concluyó que el 90% de entrevistados estaba de acuerdo en que la calidad de los vinos argentinos ""es alta" y que el consumidor japonés que prefiere comidas de sabores intensos se está sintiendo atraído por el Malbec argentino como maridaje. ""Su sabor ácido combina muy bien con el Sake", dijo, en alusión a la tradicional bebida alcohólica japonesa lograda por la fermentación del grano de arroz.

Ese factor, a su juicio, le abre chances al vino local para incrementar sus exportaciones ahora que viene creciendo el consumo de vino en Japón. ""En comparación con hace 10 años se ha incrementado el consumo de vinos entre 2,6 y 4,6 por ciento", aseguró, y explicó que los países que tienen mayor importación en su país son Chile, Francia e Italia. Hasta el 2014 lideraba Francia, pero fue desplazada por el vino chileno y su agresivo marketing. Dijo que Argentina está en noveno lugar y capta sólo el 1,2% del total del vino importado en su país.

Al momento de explicar las estrategias que deben seguir las bodegas sanjuaninas para vender más a ese mercado mencionó tres barreras a derribar:

1- Falta de conocimiento de parte de los consumidores japoneses sobre Argentina, su clima y regiones como San Juan y Mendoza. Por lo tanto, hay que promover más la región.

2- Características diferentes del vino: ""El mercado japonés está saturado con mucho producto, se requiere una característica diferencial más fuerte en el vino", explicó. Por lo tanto, que sea un vino distinto, que represente a la región (terroir), la historia de la bodega que lo produce, el concepto que tiene el vino o también puede ser de sabor.

3- Distancia física: hay que crear oportunidades para que los importadores japoneses vengan a conocer la provincia y que las bodegas locales vayan allá a promover sus vinos. ""Tienen el agua de deshielo de los Andes y el clima característico y los japoneses pueden convertirse en admiradores de Argentina", aseguró. Una última recomendación fue respecto al precio: dijo que personalmente en el caso de Argentina no recomienda entrar en competencia de precio, porque una vez que los consumidores comiencen a tener la idea de vino barato, después es muy difícil cambiar esa imagen.

Participación

1,2

por ciento es la participación de Argentina en el total de vino importado que ingresa a Japón. Es el noveno lugar en una tabla que lidera Chile. En espumantes tiene el 0,3%.

La delegación

Quiénes son

La delegación nipona está implementando el método "Kaizen tango", iniciativa conjunta entre el Ministerio de Producción de la Nación, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Cancillería Argentina y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). Está vinculada con Secretaría de Ciencia y Técnica.

El método

El proyecto es para fortalecer la industria nacional a través de la asistencia técnica a pymes aplicando "Kaizen", un proceso de mejora continua basado en acciones concretas, simples y económicas que involucra a todos los miembros de una empresa. Expresa la relación de cooperación bilateral entre Argentina y Japón.

Pymes locales

El proyecto Kaisen Tango comenzó a fines del 2017 y dura cinco años. La meta de actividades es trabajar con 20 empresas por año, en total 100 empresas durante el total del plazo establecido. En el 2018 ya estuvieron trabajando con tres empresas en San Juan: Jugos y Vinos Andinos, Ansilta y Saeta.

El ejecutor

El INTI es el órgano ejecutor e introduce en las pymes participantes esta filosofía fuertemente arraigada en la industria japonesa. Es la referencia en materia de transferencia de tecnologías de gestión al sector productivo, no sólo a nivel nacional sino también en países de América latina, Caribe y África.