El Castillo de Bran ubicado en Rumania, conocido popularmente como el "Castillo de Drácula", se transformó en un centro de vacunación contra el Covid-19, además de ser un museo.

Funcionará como vacunatorio sólo los fines de semana, durante un mes, aunque podrían extender el cronograma, de acuerdo a la demanda. La vacuna que allí aplicarán será de marca Pfizer, según informó el diario rumano Libertatea.

El lugar, construido en el siglo XIV por los rumanos como una fortaleza para protegerse contra los invasores turcos otomanos, fue hogar ocasional de Vlad III y cuenta con 60 habitaciones.

Está estratégicamente ubicado en un acantilado para vigilar a los enemigos que se aproximaban a lo largo de la carretera que estaba debajo y conectaba Transilvania con el sur de Rumania.

Las habitaciones están unidas por pasajes subterráneos, en los que hay armas, armaduras, muebles antiguos y objetos de los siglos XIV a XIX. El acceso a la exposición de instrumentos medievales de tortura es gratuito.

El castillo de Bran sirvió por muchos años como residencia real y fue regalado por el pueblo de Brasov a la reina María de Rumania.