"Vaya foto que has puesto por Dios", empieza el mensaje de la madre, que rápidamente se empieza a enojar: "Quítalo. Qué vergüenza. O la cambias o te quito el móvil. ¿No te das cuenta?".

El chico, sorprendido, le "grita", con las clásicas mayúsculas: "PERO SI NO SE VE NADA". No logró apaciguar a su mamá, que siguió quejándose y decidió "elevar" la apuesta: le iba a mostrar la imagen a los abuelos.

¿Pero qué es lo que me molesta? Si miramos la imagen en detalle vemos a un joven, con una toalla en la cintura y otra en la cabeza, logrando algo que no muchos podríamos hacer: sostener el teléfono con la espalda -los omóplatos, para ser precisos- y sacarse una selfie (¿invertida? ¿selfieomóplato?).

Justamente fue él que compartió la imagen en Twitter, donde tuvo bastante repercusión y generó múltiples respuestas. Pero hay un giro inesperado: el usuario @pixitaa en realidad agarró el chat de una madre con su hija y lo usó para ilustrar su foto... y transformarse en un viral, ya que parecía que él protagonizó el intercambio de mensajes.