El día después de conocerse que la Argentina superó la barrera de los 100.000 muertos por coronavirus, Alberto Fernández encabezó un acto en Guernica. Con motivo de la reinaguración de una planta de Aysa, el Presidente aprovechó la ocasión para criticar a la oposición, pero cometió un fallido.

“Cuando empezaron a llegar, las vacunas enfermaban, las vacunas eran veneno. Y decían que no había que darlas. Asustaron a muchos argentinos y a muchas argentinas. Y nosotros fuimos con nuestra prédica, para que nadie tuviera”, dijo Fernández.

Al darse cuenta de que había dicho que la prédica de su gobierno era que “nadie tuviera” vacunas, se corrigió. Rápidamente, se contradijo: “Para que nadie temiera”.

En el mismo acto, hizo referencia a los fallecidos por coronavirus. “Estamos en duelo, porque todos y todas perdimos a alguien. Hay quienes, con esos muertos, hacen negocio, el negocio de dividirnos”, criticó.

También apuntó contra el expresidente Mauricio Macri. Fernández recordó la llamada en la que Macri le habría dicho “que mueran los que tengan que morir”. Y señaló: “Trabajamos para poner a la salud en el lugar que había que ponerla, recordemos que el Ministerio de Salud no existía”.

No es la primera vez que el Presidente tiene un fallido sobre el tema durante un discurso. El pasado 11 de junio en un acto afirmó: “Vayan y contágiense”, dijo, para corregirse rápidamente y aclarar “vayan y vacúnense, eviten el contagio”.