Una creencia popular es que la bebida más famosa de todas es más sabrosa si está envasada en vidrio y no en botellas plásticas, ya sean retornables o descartables. Se trata de la Coca-Cola y de la preferencia de miles de consumidores, que escogen al primero en detrimento del segundo.

Pero no solo se trata de una cuestión de preferencias solo motivada por una apreciación personal, sino que detrás de esta opción la ciencia brinda las razones por las que el vidrio termina siendo el favorito de los consumidores.

Si bien los gustos están mediados por la cultura y por la identidad personal, hay aspectos que dependen de nuestra percepción. En ese caso, y si de alimentos se trata, estamos frente a las características conocidas como ‘organolépticas’: las mismas hacen referencia a cuando nuestros sentidos entran en contacto con la comida o la bebida y muchas de las características de ambos empiezan a percibirse antes de llegar al paladar.

De estas experiencias surgen patrones que establecen la vinculación del consumidor con los alimentos, desde que son percibidos hasta que se los consume. Y volviendo sobre las propiedades organolépticas, los envases que contienen a la comida o bebida también aportan sus rasgos al producto, modificando sus propiedades y alterando su sabor.

LA VERDAD DE LA COCA-COLA EN ENVASE DE VIDRIO

Esto es lo que ocurre con la Coca-Cola y su interacción con el plástico o el vidrio: los azúcares y gases de la bebida se escapan más en un envase que en el otro. Los plásticos son más porosos, luego el metal (aluminio) y finalmente el vidrio.

La explicación científica sobre por qué la bebida en envase de vidrio es más rica.

En el caso de las latas de la gaseosa, las propiedades organolépticas se ven modificadas por el metal, por eso al ingerir la bebida podemos detectar gustos ferrosos provenientes de la interacción de los ingrediente de la Coca-Cola con el aluminio del recipiente.

De todo esto se desprende que el vidrio es el material que menos interactúa con la bebida y permite preservar con mayor ‘aislación’ del ambiente a la misma, con lo cual conserva casi sin alteraciones las propiedades de la famosa bebida de cola.