Todo aquel que alguna vez tuvo la posibilidad de vivir en un edificio sabe que el ascensor es el lugar elegido para cualquier tipo de diálogo. Además de los incómodos encuentros, en los que se suele hablar del clima para sortear la incomodidad que suele durar segundos, también se pueden encontrar otro tipo de mensajes.

Pegar carteles con reclamos es una de las soluciones más efectivas para los vecinos molestos. Aunque ahora muchos consorcios adoptaron la modalidad de habilitar un grupo de Whatsapp, en el que también suelen llover insólitos reclamos, la vieja escuela del cartel chicanero sigue vigente.

A continuación,  una recopilación de algunos de los reclamos más divertidos que circulan en la Web. Desde quejas por las apasionadas noches de algún vecino, hasta consoladores desechados en los patios comunales. Un universo de reclamos y de divertidos “idas y vueltas”.