Urdangarin, casado con Cristina de Borbón, se registró entre  las 8:00 y 8:15 de la mañana en la prisión de Brieva, en la  provincia de Ãüvila, un centro que había elegido voluntariamente.  El martes pasado le dieron un plazo de cinco días para aparecer  en una institución penal de su elección para cumplir con la pena  de cinco años y 10 meses.                 

La prisión, con 162 celdas y donde están recluidas  mayormente mujeres, tiene una pequeña área separada para hombres  y fue escogida por su proximidad con Madrid para hacer más fácil  la visita de la princesa Cristina, informó el diario El País. El alto tribunal sentenció la semana pasada al exjugador de  balonmano por malversación, prevaricación, fraude, dos delitos  fiscales y tráfico de influencias, en un fallo que dio por acreditado que se benefició de sus conexiones con la realeza  para lucrar ilegalmente.                 


Según la sentencia, el marido de Cristina de Borbón se  aprovechó de su ‘situación de privilegio‘ para obtener  contrataciones del Instituto Nóos, que presidió de 2004 a 2006,  y consiguió influir en las autoridades de las Islas Baleares.                 

El caso Nóos estalló hace más de diez años y contribuyó a  llevar la popularidad de la monarquía española a sus peores  niveles en décadas, provocando la indignación de la opinión  pública en un país que ha sufrido una profunda crisis económica  y grandes casos de corrupción política.                 

La princesa Cristina, que vive en Ginebra con sus cuatro  hijos, fue absuelta de ser un accesorio de fraude tributario  tras un juicio de un año de 18 acusados en la investigación de  la entidad presidida por su marido. Urdangarin podría apelar a la decisión de la Corte Suprema  ante la Corte Constitucional.