El ministro de Defensa sirio, Daud Rajha, murió ayer en un atentado que alcanzó un edificio de las Fuerzas de Seguridad, en pleno centro de la capital Damasco, donde desde hace tres días se libran combates entre el ejército y rebeldes, según informó la televisión estatal.
También, en el hecho resultaron heridos el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim Shaar, y el jefe de la Inteligencia militar y cuñado del presidente Bashar al Assad, Assef Shawkat.
‘El objetivo del atentado terrorista fue el edificio de la Seguridad Nacional en Damasco durante un encuentro entre ministros y varios responsables de las agencias de seguridad‘, indicó la televisión estatal de este país.
Dicha agencia sostiene que el ataque fue perpetrado por un guardaespaldas del ministro de Defensa.
La oposición, sin embargo, informó que el atentado fue producto del estallido de un coche bomba en el centro de la ciudad, cerca de la plaza Al Rawda.
Por el momento, existe confusión respecto a la autoría del atentado, ya que dos grupos lo reivindicaron. Por un lado, un grupo islamista que se hace llamar Liwa Al Islam, reclamó la autoría en su página de Facebook.
Sin embargo, la milicia opositora Ejército Libre Sirio también se adjudicó el hecho a través de su portavoz, Qassim Saadedine. ‘Este es el volcán que hablamos, acabamos de empezar‘, fueron sus palabras.
Fuentes opositoras denunciaron también que las tropas de la Guardia Republicana cerraron los accesos al Hospital Shami, próximo al lugar del atentado, tras la llegada de las primeras ambulancias con heridos.
Al parecer, en el momento de la explosión se estaba celebrando un encuentro de alto nivel, por lo que un gran número de miembros de las Fuerzas de Seguridad habrían resultado heridos y según esas primeras informaciones, que no tuvieron confirmación oficial aún, también habrían muerto otras cinco personas.
El atentado coincide con el incremento de los combates en Damasco. Según la cadena de televisión Al Yazira, por cuarto día se verifican enfrentamientos en el centro de la capital entre las fuerzas del régimen y el grupo rebelde Ejército Libre Sirio.
Además, la oposición siria denunció ayer la muerte de más de 60 personas en bombardeos y ataques de las fuerzas del régimen, en el mayor golpe desde el inicio de la revuelta.
