El presidente ruso Vladimir Putin advirtió el lunes que la situación epidemiológica de algunas regiones del país está empeorando, por lo que las autoridades de Salud comenzaron a promocionar la idea de aplicar refuerzos a los vacunados seis meses después de la última dosis para tratar de controlar el rebrote de casos.

Moscú reportó el fin de semana un récord con 17679 contagios en 24 horas, una cifra que no se registraba desde enero de este año cuando los contagios adoptaron un descenso sostenido. El gobierno atribuye responsabilidad a la población por no querer vacunarse y al “nihilismo”.

El 90% de las infecciones en la capital se atribuyen a la variante delta, que se registró por primera vez en la India, la cual es más resistente a los anticuerpos y tiene una velocidad de propagación mayor que las variantes previas del virus.

“Durante el período de aumento de la epidemia, tanto los que estaban enfermos como los que fueron vacunados hace más de seis meses deberán ser revacunados”, dijo el ministro de Salud Mikhail Murashko en una entrevista en la televisión estatal.

Agregó que la versión monodosis de la Sputnik V, llamada Sputnik Light, estará disponible para aquellos que deseen volver a vacunarse a partir del 25 de junio.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que el refuerzo tras seis meses de la segunda dosis es el único camino para seguir adelante.

“El refuerzo será y es inevitable, no solo la vacunación, sino el refuerzo, para aquellos que quieren mantenerse a salvo a sí mismos y a sus familiares y seres queridos”, advirtió.

Las autoridades están tratando de persuadir y obligar a las personas a vacunarse, ofreciendo a quienes lo hagan la oportunidad de ganar autos y departamentos nuevos, mientas amenazan a los que no lo hacen con la pérdida de ingresos y despidos.

La capital del país dio el paso de hacer que la vacunación sea obligatoria para una variedad de personas en trabajos públicos, desde peluqueros y taxistas hasta cajeros de banco y maestros.

Dos asistentes de vuelo de la aerolínea estatal Aeroflot afirmaron que no hubo presión directa para recibir vacunas, pero que a las personas que no habían sido vacunadas ahora solo se les permitía 60 horas de vuelo, contrario a las 90 horas de los inmunizados.

A los jubilados se les han ofrecido productos por valor de 1000 rublos (14 dólares) en farmacias como incentivo para vacunarse. Las personas también participaron en Moscú en una lotería que tenía cinco autos como premios cada semana.

Para el 2 de junio, solo 18 millones de la población de alrededor de 144 millones de personas habían recibido al menos una dosis.

“Desafortunadamente, la amenaza del coronavirus no ha retrocedido”, dijo Putin a la cámara baja del parlamento el lunes. “En muchas regiones la situación incluso ha empeorado”.

Rusia informó 17378 nuevos casos de coronavirus el lunes y 440 muertes relacionadas con la enfermedad en 24 horas.