El 2018 que dejó el doloroso sello de la eliminación del Mundial de Rusia en octavos de final terminó con una sonrisa. La renovación de la Selección argentina sigue su curso: igual que el viernes en Córdoba, Argentina derrotó 2-0 a México en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, gracias a los goles de Mauro Icardi y de Paulo Dybala, los dos rostros de la nueva era de Lionel Scaloni, quien se encamina a quitarle el rótulo de interino a su buzo de director técnico.

Al minuto de juego, el seleccionado ofreció su primera buena noticia: el primer gol de Mauro Icardi con la camiseta del combinado mayor. El atacante del Inter aguantó el balón de espaldas y rebotó para Lamela, que lo habilitó en cortada. Allí, el punta gambeteó hacia adentro y remató con contundencia: 1-0.

La estrategia del entrenador pronto a abandonar el rótulo de interino volvió a priorizar lo colectivo. Con tres en el fondo (de a ratos cuatro con Mercado y Acuña como laterales) y búsqueda ancha, plantó un abanico de buenos pies detrás del ariete, como De Paul, Pereyra, Meza y Lamela. Por momentos presionando, por momentos formando un bloque, dejándole cuerda a los aztecas para luego tener campo para correr.

En ese contexto, ante un México sin sus grandes figuras (como Andrés Guardado y ChukyLozano), empecinado en el toque lateral, abúlico y sin sorpresa, Argentina dejó una mejor imagen en la primera etapa y casi no sufrió. Le faltó, tal vez, traducir ese mejor semblante en acciones de gol (además del tanto, tuvo un buen remate de Lamela).

En la segunda parte, con los cambios, Argentina bajó la intensidad. Y eso generó que, tímidamente, México se acercara. y hasta asustó con un cabezazo de Gallardo que tapó el debutante Gazzaniga, portero del Tottenham (volvió a responder bien a los 39′ ante un remate de Guzmán. Desde las tribunas advirtieron el bajón y comenzaron a pedir con insistencia a Paulo Dybala. Cuando el DT juntó a Giovani Lo Celso y a Leandro Paredes, Argentina recuperó la pelota.

Y así como golpeó al principio con Icardi, que llegaba sin conquistas en celeste y blanco, sobre el final cerró el círculo con Dybala. A los 43′, una corrida vibrante de Gio Simeone dejó al delantero de Juventus mano a mano con el arquero para romper el maleficio y celebrar con el Dybala Mask.