Llegó temprano. Volvió al club en el que militó la temporada pasada y junto a su representante se introdujeron en la secretaría del club para acordar su nuevo contrato. Aunque a la salida, el involucrado dijo: "todavía no firmé".
Se trató de Leonardo Sánchez, el marcador central que después de un par de negociaciones con Estudiantes de La Plata (dueño de su pase), acordó que lo cedan a préstamo por un año más.
Aunque la firma del Gringo se demoró demasiado y el eje fue establecer el cobro de un aguinaldo que era lo que pedía el representante de Sánchez y que San Martín se negaba.
Con el jugador al margen de las negociaciones y esperando en las inmediaciones de la secretaría lo que resolvía su manager, Sánchez comentaba: "Voy a esperar, tienen que cerrar un pequeño detalle y listo, pero si no se soluciona mañana me vuelvo a La Plata".
Ese pequeño detalle se terminó solucionando cuando ambas partes cedieron en sus posturas y se terminó resolviendo que Leo cobrará la mitad del aguinaldo. "Fue un error de interpretación porque cuando hablamos por teléfono entendimos una cosa y acá nos encontramos con otra, pero se solucionó", dijo el representante. Así, la novela de la tarde en Concepción tuvo final feliz y Sánchez firmó.