Esta vez no importó la forma. Esta vez para Peñarol importó el resultado final porque el empate 2-2 ante Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi terminó siendo premio después de un domingo de errores, sufrimiento y desahogo final. Nunca pudo poner en la cancha el partido que planificó jugar y es que en apenas 7 minutos de juego, Círculo le metió el primer mazazo y luego, le complicó todo. Fue igualdad para cerrar la tercera fecha de la Zona A. Poco para lo que necesitaba Peñarol, pero demasiado para la forma en la que lo jugó.

En la próxima fecha, Peñarol visitará a Ferro en General Pico

Tras el amargo paso en Río Negro, Peñarol necesitaba volver a ser y el rival, que no había hecho goles en todo el torneo, parecía ser ocasión ideal para el Bohemio. Empezó metiendo presión y a los 4" Lucas Fernández pudo haber abierto todo pero definió por encima del arquero Del Curto. Eso sería lamento porque a los 7" en un tiro libre desde la izquierda, Círculo desnudo tras las desatenciones del fondo de Peñarol cuando Diego Martínez se elevó solo y cómodo ante Biasotti para abrir la cuenta. Sintió el impacto el Bohemio pero insistió. Cristian Taborda tuvo el empate en una sensacional volea que dio en el travesaño cuando iban 25" de esta primera etapa. Pero claro, perdonar otra vez tuvo su alto costo porque en una contra Círculo Deportivo encontró su segundo gol de penal, obra de Benedetti, tras una infantil infracción de Yori sobre Martínez. Ahora, dos goles abajo parecían ser tremendo desafío para un Peñarol que quería y no podía. Sobre los 35" apareció en cancha Leandro Espejo y de su calidad nació el penal de Nasif que Taborda cambió por el descuento Bohemio que abría otro partido para el complemento. En la segunda parte, todo se complicó más. Es que la expulsión de Lucas Fernández condicionó el planteo sanjuanino. Peñarol debía ir, arriesgar pero también sabiendo que con un menos regalaba espacios. Entonces todo fue corazón y mucho amor propio. Mónaco movió el banco, metió a Gabriel Lepe, luego a Claudio Acosta y terminó jugándose con Eloy Rodríguez. Todos al ataque, todos a buscar ese empate. Parecía que no llegaba porque Peñarol no podía resolverlo. Pero fue, buscó y a los 38" apareció la exquisita pegada del Betito Acosta que clavó el 2-2 con un remate que se metió en el ángulo superior derecho de Del Curto. Golazo y empate. Un premio enorme para un Peñarol que por momentos desconcertó con sus errores defensivos pero que tuvo la personalidad suficiente como para remontar una historia demasiado compleja y hasta casi inesperada. No ganó, pero tampoco perdió y eso siempre suma. Quedarán abiertos interrogantes que deberá resolver en un futuro inmediato pero hoy, no le importó cómo sino el final.

Mónaco quería algo más

Pasó el empate, la angustia de ir a buscarlo desde atrás y en desventaja y para el técnico de Peñarol, Salvador Mónaco tuvo un sabor a poco pese al desarrollo del juego: "Creo que merecíamos algo más. Nosotros siempre propusimos y por error quedamos en doble desventaja. Arriesgamos todo y más aun con uno menos pero hubo respuesta en el equipo y eso me deja tranquilo. Debemos mejorar mucho y en varios aspectos pero creo que Peñarol dejó todo para lograr algo más que un punto. Hay que seguir trabajando, confiando en los jugadores y buscar los resultados que nos posicionen mejor en el grupo que es complejo y competitivo".