Golazo. Peñarol ya había avisado y Alan Cantero decidió no perdonar. Llegó el centro, se elevó entre todos y a pura potencia la clavó en el ángulo para abrir el camino de una resonante victoria sobre Desamparados.

De punta a punta. Con la solidez y el convencimiento de un equipo que sabe lo que quiere y que trata de ponerlo en cancha, Sportivo Peñarol cerró el capítulo clásico del Federal A con una enorme victoria sobre Sportivo Desamparados en Puyuta. Fue 2-0 reflejando con absoluta justicia las diferencias que hubieron entre uno y el otro. Peñarol, concentrado y metido en el plan de partido, frente a un Desamparados desconcertado, apostando a alguna individualidad. En ese primer tiempo, Peñarol justificó su triunfo. Con un mediocampo compacto con Hernán Muñoz manejando los tiempos y eligiendo por dónde ir, la elección fue atacar por el costado de Mario Rebeco que volvió a ser gravitante. La receta fue simple, sencilla y muy efectiva. Desborde de Rebeco, centro para Pérez Tarifa y las apariciones de Alan Cantero para anunciar que en cualquier momento se venía el primero del Bohemio. Avisó una vez, luego Costi y a los 30" llegó la apertura del marcador tras un centro desde la izquierda que encontró la cabeza de Cantero para clavarla en un ángulo. Era victoria y merecida. En Desamparados, las ganas de Sánchez, el coraje de Jofré y poco más. Mal armado, con puestos cambiados en el medio, el Puyutano nunca pudo jugarlo mano a mano. Tuvo una chance clara con el remate de Fede Martín que dio en el travesaño, pero muy poco para equilibrar la historia.

El Bohemio sumó su segunda victoria consecutiva tras la goleada de la semana pasada.

Y en el complemento, eso no cambiaría. Más allá del adelantamiento de Desamparados y de algunos cambios que probó Godoy, Sportivo fue más de lo mismo: impotencia. Peñarol se le paró para la contra y casi lo resuelve antes. Muñoz se puso a digitar los tiempos desde el mediocampo y encontró muchas ofertas para atacarlo. Llegó así el minuto 16 y lo bajaron a Cantero en la puerta del área. Tiro libre pintado con los colores de la revancha para Pablo Costi que en una noche especial, venció a débil respuesta de Cruzat que no pudo contener contra su palo. Era el 2-0, el principio del final para un Desamparados sin respuestas de ningún tipo. Sin fútbol, sin profundidad. Quedó demasiado tiempo de partido para ver la solidez de Peñarol contra la impotencia de un Desamparados que tendrá que replantearse demasiadas cosas. Fue triunfo Bohemio y merecido. Con orden, con un plan de partido y mucha concentración, se dio el gran gusto.

CLAVES

 

Concentración

Peñarol jugó el partido que tenía que jugar en todo momento y a partir de esa voluntad de no apartarse del plan de juego, lo terminó ganando con absoluta justicia. Firme en el fondo, inteligente en el medio y profundo en el ataque fueron sus argumentos.

Impotencia

Ese fue tal vez el gran distintivo de un Sportivo Desamparados que jamás encontró los caminos para emparejarle la historia a Peñarol. Mejoró en el complemento pero no tuvo sustento futbolístico como para poder aunque sea descontar.

Futuro

Para Desamparados lo que se viene no será sencillo. De pronto entró en zona inesperada en la pelea de abajo y ahora, con calma tendrá que replantear lo que se le acerca. Peñarol encontró paz en dos triunfos y con eso, puede planificar mejor su futuro.

  • SATISFECHOS

Apenas terminó el clásico, en Peñarol todos explotaron. Uno a uno, cada uno de los protagonistas del triunfo ante Desamparados dejaron ver su euforia por la victoria. Hernán Muñoz, uno de los puntos más altos del Bohemio, le dio un valor enorme al triunfo: "Es una cosa que nos llega en el momento justo. Sirve desde todo punto de vista y nos suma en lo anímico. Hicimos un partido ordenado, sabiendo que no seria sencillo Desamparados pero lo resolvimos más que bien".

Orto de los que festejó fue Pablo Costi; "Es una gran alegría para todos nosotros. Estamos en un campeonato aparte por lo que necesitamos para quedarnos en la categoría y esto sirvió para revalidar lo que hicimos la semana pasada. Estamos bien, muy concentrados y convencidos de lo que queremos dentro y fuera de la cancha".

Por último, el técnico Cristian Bove analizó la labor de sus jugadores: "Esto es de ellos. Uno les muestra el camino pero los que deciden definitivamente por dónde irán son los jugadores. Fueron aplicados, solidarios, muy generosos para todo y eso les terminó dando esta alegría en una cancha en la que no es fácil ganar".

 

Preocupación. Peñarol abrió el marcador y los hinchas de Sportivo atacaron a los dirigentes Bohemios.
  • La mancha violenta en el clásico

El esperado doble público que en algún momento se especuló para Desamparados-Peñarol terminó siendo solamente un acto fallido. Y es que pasó lo tan temido porque cuando Peñarol había abierto el marcador, el grupo de dirigentes que estaba en la Tribuna Sur terminó siendo agredido con piedras. Uno de los afectados fue Raúl Paez quien sufrió un corte en su nariz y recibió atención médica. Luego, en el complemento, el árbitro Guaymas debió parar por 6 minutos el partido por los hinchas de Sportivo subidos al alambrado. Una postal que se repite y que frustró la chance de tener un clásico de verdad.