Una semana antes de morir, Diego Armando Maradona se cayó y se golpeó la cabeza cuando se encontraba recuperándose de la cirugía por un hematoma subdural en su casa de Tigre, pero los enfermeros contaron que no se hizo ninguna práctica médica para determinar si este accidente doméstico le pudo haber causado algún daño a la quebrantada salud del astro.

El equipo médico encabezado por el doctor Leopoldo Luque, que fue imputado en la causa que fue calificada como presunto “homicidio culposo”, estaba al tanto de lo ocurrido, al igual que la psiquiatra Agustina Cosachov. Lo que sí llamó la atención a los investigadores fue la falta de un médico clínico, que es quien debe intervenir en estos casos.

Lo concreto es que Maradona se cayó dentro de la casa del barrio San Andrés, en la localidad tigrense de Benavídez, una semana antes de su muerte. El vocero destacó que “el golpe fue en el parietal derecho, o sea del otro lado de donde tenía la herida por la cirugía“.

Ricardo y Daiana, los enfermeros que acompañaban a Maradona de lunes a viernes (había otro que estaba los fines de semana), informaron esta situación, pero en la historia clínica no aparece ninguna práctica médica para estudiar si esta caída le pudo haber generado una lesión extra o bien si era indicativo de otro problema de salud.

Los fiscales Laura Capra, Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y John Broyard imputaron ayer a Luque, además de pedir que se hicieran allanamientos, lo que fue consentido por el juez de Garantías Orlando Díaz.

Fuente: NA