Simpático, afable y muy respetuoso, el italiano Davide Bramati, director del Deceunink Quick Steep comentó en cuanto micrófono, cámara o grabador que le pusieron, en ingles, italiano o castellano, su alegría por el victorioso presente de su escuadra.
"Sabíamos que con Julian tendríamos posibilidades de pelear la general y todo nos está saliendo de maravillas", afirmó quien luego, hizo referencia a las dos victorias logradas por el italiano Elia Viviani en Australia y las dos conseguidas por Alaphilippe en San Juan. "No podíamos imaginar un comienzo de año tan perfecto", afirmó. "Hemos trabajado muy duro para ser competitivos desde el inicio y lo hemos logrado. El equipo está fuerte y con mucho hambre de gloria".
Cuando se le preguntó si pensó que el pibe Evenepoel se adaptaría tan rápido al más alto nivel, dijo que sí. "Lo venimos siguiendo en los entrenamientos y vemos como progresa a diario".
Después explicó que su tarea con el nuevo fenómeno belga es cotidiana. En su país dicen que es el nuevo Eddy Merckx, algo que puede cargar de presión al joven ciclista. "Hablo mucho con él, la idea es que vaya creciendo paulatinamente, tiene grandes condiciones", afirmó.
Metas altas
- Luego de conseguir 73 triunfos el año pasado la gente de la escuadra belga intentará igualar esa marca o, por lo menos, acercarse. Las clásicas y las grandes vueltas son sus objetivos.
- El mejor regalo
El chiquilín posiblemente no sepa el nombre de Remco Evenepoel, quien le regaló el dinosaurio que recibió de premio. El tiempo y los triunfos del ciclista darán valor a ese muñeco recibido con la inocente alegría de la niñez.
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