‘¿No conoce un taller de motos por acá?’, preguntaron. Augusto Morales, que estaban barriendo la vereda de su casa, respondió muy amablemente con un ‘no’ a los dos desconocidos sin siquiera imaginar lo que se le venía. Porque cuando aún no terminaba de hablar, ya tenía a uno de los sujetos adentro de su casa. Y cuando quiso preguntar qué pasaba, le partieron la cabeza.
Ese fue el comienzo de la pesadilla para este vendedor ambulante de 64 años, que fue atacado el domingo a las 22 por dos delincuentes que se metieron a la vivienda que alquila en el Loteo Salta I, Chimbas, y lo sometieron a un brutal asalto. Al parecer fue un atraco al voleo. Los sujetos, que tenían de supuesto cómplice a un remisero, antes habían golpeado la puerta de un domicilio vecino. Y después se fueron contra Augusto Morales, que justo salió a barrer y cayó en la emboscada.
Morales contó que uno de los ladrones le pegó con la cacha de un revólver y lo tiró al piso. En esos momentos empezó sangrarle el cuero cabelludo. Los delincuentes luego lo encañonaron y lo arrastraron por el suelo hasta el único dormitorio con que cuenta la vivienda y ahí le pisaron una mano para obligarlo a decir dónde tenía la plata.
‘Me pusieron el pie sobre la mano y me decía: ’la plata, la plata’. Si soy pobre, me la rebusco con un parripollo los días domingos o salgo a vender a la calle. Lo que querían era plata. Y creí que me iban a matar’, expresó Morales. Mientras lo retenían en el piso, los ladrones robaron el televisor Led de 32 pulgadas, un horno eléctrico, el reproductor de dvd, una campera de cuero, un par de zapatillas, los 7.200 pesos que ahorraba, la billetera con documentos y tarjetas, y las llaves de la casa y su moto.
Los delincuentes luego huyeron con todo el botín en un remís de la empresa Veintitrés que lo aguardaba en la calle, dijeron en la Policía. Hay testigos que vieron el vehículo y tomaron el número del móvil. Más tarde ese vehículo fue interceptado en Villa Santa Anita, en Rivadavia, y detuvieron a su chofer, identificado como Jonathan Silva (25), sospechado de ser cómplice de los asaltantes.