Tiene una criatura de 2 años, está embarazada de 4 meses y en la noche del pasado domingo quedó literalmente con lo puesto después de que un incendio en su casa de Rawson consumiera prácticamente todas sus pertenencias. La que pasa por esa dramática situación es Micaela Laspiur, de 20 años, quien dijo que las llamas se iniciaron por una estufa que quedó prendida cerca de su cama. La pareja de la joven y padre de su nena se encuentra trabajando como obrero rural en el Sur del país. Y Laspiur dijo que ahora no sabe cómo va a hacer para salir adelante.

Todo pasó alrededor de las 23.30, en una vivienda ubicada en calle Manuel Lemos 340 Sur, en Villa Las Rosas. Laspiur contó que salió de la casa con su hijita cerca de las 18.30 para ir a un cumpleaños. Y tuvo un descuido que le costó bastante caro: olvidó apagar la estufa halógena que estaba encendida en su habitación, a pocos centímetros de su cama. Al parecer, una manta tomó contacto con el aparato y el fuego se volvió incontrolable. Las llamas se extendieron a toda la casa y dejaron pérdidas en dos habitaciones, el baño, la cocina y el living-comedor. Según la joven, se quemaron dos camas con colchones, una cómoda, un juego de sillones, una mesa, sillas, un modular, una heladera, un lavarropas, una cocina, un televisor, ropa y otros objetos. Y también se vino abajo parte del techo de caña y palos, por lo que la vivienda quedó inhabitable. Fue una vecina la que se dio cuenta que se quemaba la casa y dio avisó a una familiar de la chica. "Cuando llegué las llamas eran enormes", dijo la mujer. Los vecinos en primera instancia y luego los bomberos trabajaron para controlar las llamas, pero el daño para entonces estaba hecho.

Grandes pérdidas. Casi todas las pertenencias de Micaela Laspiur (foto) quedaron reducidas a escombros tras el incendio en su casa. Si alguien quiere ayudarla puede llamar 4383990, familia Rodríguez.

"Hicimos mucho esfuerzo para tener nuestras cositas. Perderlas así me da mucha tristeza"
MICAELA LASPIUR - Damnificada

Ayer Laspiur y su familia sacaban entre los escombros lo poco que quedó a salvo. "Llegar y no tener nada fue muy doloroso", dijo la joven, que subsiste con un plan del Gobierno y con el poco dinero que puede mandarle su pareja.