Roberto y Mirta estaban ayer desahuciados, sentados en la puerta de su casa, rodeados de familiares y de unos muchachos con cara de bronca. Son los abuelos paternos de Emir Barboza, el nene de 5 años que murió en medio de una balacera en el barrio Valle Grande, en Rawson. Aún con la voz entrecortada, aceptaron romper el silencio de un barrio que no salía de la conmoción.

“Los niños estaban en la esquina, habían varios, como seis o cuatro. Estaban también las dos hermanitas de él y el hermanito. Son cinco hermanos, y Emir era el del medio”, contó Mirta, la abuela, mientras miraba hacia el lugar donde el pequeño cayó herido.

Según relataron, la noche del lunes comenzó como cualquier otra, pero en cuestión de minutos todo se volvió una pesadilla. “Vino y se cayó acá en la vereda —dijo Roberto señalando el suelo—. No perdía sangre, pero ya se veía que estaba muy mal. Un hijo mío lo llevó al hospital Marcial Quiroga en auto”, agregó. Emir no resistió. Llegó sin vida.

“Estamos destrozados. Tienen que pagar por lo que hicieron”, dijo Mirta, sin poder contener la bronca y el dolor.

Los abuelos de Emir aseguran que su familia no tenía relación con la pelea que desencadenó el crimen. “Ellos (los Carrizo) habían tenido problemas con otra familia acá a la vuelta. Y mi hija iba pasando y le pegaron. Ahí ella nos vino a avisar, y fuimos a hablar con ellos. Sacaron los revólveres y empezaron los tiros”, relató Roberto.

“Se escuchaban los tiros. A mi nieto le tiraron con un 22 en el pechito”, agregó, impotente.

En la zona, los vecinos aseguran que la balacera fue intensa y que varias personas corrían buscando refugio. “Ellos ya sabían que íbamos a ir, porque estaban arriba del techo y desde ahí nos tiraban los tiros”, explicó Mirta.

Los abuelos también desmintieron los rumores que circularon en el barrio y en redes sociales sobre un posible trasfondo narco. “La gente habla de más. He escuchado que dicen que esto fue por droga, y nada que ver, eso es mentira”, sostuvo el hombre.

“Fue una pelea ajena, y la ligamos nosotros después”, agregó ella.

Según su versión, todo se originó por un conflicto previo entre los Carrizo y otra familia. “Ellos habían tenido problemas con un señor allá de la vuelta, enfrente del descampado, del playón. Nosotros nada que ver. Y justo venía la niña mía, que tiene problemas con una pendejita de ahí. Se han agarrado a pelear, pero se metió el padre y le pegó a la pendeja mía. Nosotros fuimos a pedir explicaciones, a preguntar qué le habían hecho, y ahí pasó todo. Fue todo muy rápido”.

En medio de los recuerdos, Mirta se quiebra. “A mi nieto lo hemos criado nosotros, venía a quedarse acá todos los fines de semana. Le encantaba venir. Era muy alegre y obediente, era el regalón mío”, dice, mientras toma su celular y reproduce un audio en el que se escucha la voz de Emir diciendo que quería ir a su casa. Ella no puede seguir hablando.

La investigación

El hecho ocurrió en la noche del lunes, alrededor de las 22, en las manzanas 26 y 23 del barrio Valle Grande. En medio de una pelea entre grupos enfrentados, uno de los disparos impactó en el tórax de Emir Barboza, de apenas 5 años.

Un familiar lo llevó de urgencia al Hospital Marcial Quiroga, pero los médicos confirmaron su fallecimiento.

En el operativo posterior, la Policía detuvo a siete personas, entre ellas un menor: Alan Juan Bazán, Dante Emanuel Carrizo, Gonzalo José David Santander, Hernán Ariel Carrizo, Cristian Daniel Guajardo, Jonathan Javier Carrizo y L.B. (menor de edad).

Las fuerzas también secuestraron vainas, proyectiles, celulares y un arma de fuego. Los aprehendidos quedaron a disposición de la UFI Delitos Especiales, que continúa con las pericias para determinar quién efectuó el disparo que mató al pequeño.