Son varios los estudios que indican que al menos 1 de cada 23 personas sufre algún tipo de fobia. Entre las más comunes se encuentra el miedo a las arañas. Científicamente se la conoce como “aracnofobia”.

Hasta el momento el tratamiento habitual para intentar curar una fobia consiste en someter a la persona que la padece a una exposición progresiva al objeto que la causa. A este proceso se le llama desensibilización sistemática. Pero es un camino lento que requiere mucho tiempo para alcanzar resultados visibles.

Sin embargo, ahora un equipo de la Escuela de Medicina de Brighton y Sussex, en Reino Unido, encontró otra manera de combatirla. En esta oportunidad se aceleran los plazos del proceso. El secreto parece estar en los latidos del corazón del paciente.

Los investigadores realizaron un experimento en el que pusieron a varios pacientes con aracnofobia a ver imágenes de arañas. A una parte de los voluntarios, se les mostró dichas fotos sincronizadas con el ritmo de sus latidos del corazón. A un segundo grupo se le mostraron en los intervalos de dichos latidos, y a los miembros del tercero, se las enseñaron de forma aleatoria.

Por caso los resultados revelaron que las señales de miedo se reducían de forma mucho más eficaz en los miembros del primer grupo. Un hallazgo que sugiere que sincronizar la exposición a una fobia con el ritmo de los latidos del corazón puede aumentar la eficacia de la terapia.

* Fuente: Planeta Vivo