Mientras se buscan evidencias científicas sobre la eficacia de la hidroxicloroquina contra el coronavirus, el medicamento ya falta en farmacias argentinas. Es un dato que preocupa al grupo de expertos que asesora al Gobierno por dos cuestiones: deja sin protección a personas con otras enfermedades que sí lo necesitan y su uso indebido pone en peligro a pacientes cardíacos.

“Que sea una droga conocida no implica que no tenga toxicidad. De hecho, ya hubo casos en Francia de personas que se intoxicaron al automedicarse e incluso que murieron”, alerta a Con Bienestar el infectólogo Waldo Belloso (M.N. 76-245), especialista en farmacología clínica.

La hidroxicloroquina y la cloroquina son esenciales para personas que tienen lupus o enfermedades crónicas como la artritis reumatoidea: la utilizan para controlar los síntomas, evitar discapacidades y superar complicaciones, explicó a la agencia Télam Teresa Cattoni, presidenta de la Asociación Lupus Argentina (ALUA).

Además, estos pacientes no pueden pasar un día sin tomar la medicación y muchos ya no la consiguen.

Los riesgos de la hidroxicloroquina mal administrada son varios y diversos: puede provocar náuseas, vómitos, efectos en la piel, daños en la visión, alteraciones hepáticas y renales. "Puede también modificar la conducción cardíaca y generar arritmias”, señala Belloso.

En la conferencia de prensa brindada el domingo por el ministro de Salud Ginés González García y los infectólogos que colaboran para enfrentar la pandemia se pidió “prudencia” en actitudes como la de vaciar las farmacias de esta droga.

En esa línea, el médico infectólogo Pedro Cahn puntualizó en que "la hidroxicloroquina no es completamente inocua, tomada por personas con problemas cardíacos puede agravar el cuadro".

Hay varios factores que se combinaron para generar este interés por el fármaco. Por un lado, la droga es un potencial candidato para el tratamiento frente al COVID-19, según indican los especialistas.

A eso se sumó que, la semana pasada, un infectólogo francés llamado Didier Raoult afirmó tener la cura a través de tratamientos sobre la base de cloroquina, posibilidad que tuvo un difusión mundial.

Al ser un fármaco que se toma por boca y es relativamente barato, hubo apurados que salieron a comprarlo y acopiarlo y dejaron sin la medicación a quienes sí la necesitan. “Sólo debe usarse bajo condiciones controladas”, insiste Belloso ante el riesgo de la automedicación.

Belloso aclara que los estudios realizados hasta aquí deben ser tomados con "extremada precaución" ya que, desde el punto de vista metodológico, "tienen bastantes deficiencias" y no "están controlados". Además, se realizaron a pocos pacientes, en cantidades que no son definitorias para comprobaciones científicas.