Diversos estudios han demostrado que trabajar de noche puede causar efectos negativos en la salud de las personas, en especial si tienen ese turno durante mucho tiempo.

Esto se debe a que el organismo está naturalmente programado para realizar las actividades durante el día y a la noche dormir y descansar. Al final del día disminuyen las aptitud mentales y físicas, por lo que permanecer despiertos para realizar cualquier tipo de actividad puede afectar nuestra concentración y, en consecuencia, nuestro rendimiento.

Además, si el trabajo nocturno es continuado puede provocar un desequilibrio en los hábitos alimentarios y como consecuencia, generar trastornos digestivos.

Si bien hay pocas estadísticas oficiales, según un estudio de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, entre el 7% y el 15% de la fuerza de trabajo en los países industrializados participa en alguna forma de trabajo nocturno.

Michael Young, Premio Nobel de Medicina en 2017, descubrió el gen implicado en el ciclo circadiano o reloj biológico de los seres vivos, el responsable de que nos dé sueño de noche o de que estemos más alertas de día.

Trabajar de noche afecta nuestra salud porque interrumpe el ritmo circadiano relacionado con la luz que, razón por la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a los turnos nocturnos como una causa posible de cáncer.

Explica Young que "la noche es más peligrosa en varios frentes, si tu capacidad de reacción o de observación es un poco más lenta, los riesgos aumentan cuando estás trabajando. Es abrumador".

Russell Foster, experto en sueño y profesor de la Universidad de Oxford, en Reino Unido coincide en que "el problema clave es que tenemos este reloj biológico interno que está programado en función del mundo externo, como resultado de la exposición al ciclo de luz/oscuridad".

Explica el profesor que los trabajadores nocturnos están expuestos a niveles bajos de luz durante su turno, pero cuando se encuentran con la luz natural brillante al regresar a sus hogares, el reloj interno se acomoda al patrón normal de luz/oscuridad que rige la vida de los trabajadores diurnos. Por eso tienen que ignorar constantemente esta suerte de impulso biológico de su reloj que les dice que deberían estar durmiendo.

Efectos sobre la salud

- Cansancio, fatiga y estrés

- Trastornos del sueño,

- Problemas circulatorios y digestivos.

- Irritabilidad, nerviosismo, cambios de humor

- Dificultad en la comprensión,

- Disminución del rendimiento laboral,

- Posibilidad de accidentes laborales,

- Entender la información de forma incorrecta,

- Pérdida de empatía.

A largo plazo, niveles sostenidos de estrés pueden dar lugar a enfermedades cardiovasculares, o anomalías metabólicas como la diabetes tipo 2.

El estrés también puede inhibir el sistema inmunológico, que puede dar lugar a altos niveles de cáncer colorrectal y de mama.

Alimentación saludable

Muchas veces las personas no tiene opción y deben mantener su trabajo en horarios nocturnos a pesar de los riesgos que implica para su salud.

Las compañías, cuyos empleados trabajan de noche, deberían tomar todas las medidas posibles para tratar de mitigar algunos de los problemas asociados con el este tipo de trabajo.

Además de implementar chequeos de salud más regulares para los trabajadores, deberían ofrecerles alimentos nutritivos para evitar los riesgos de enfermedades cardiovasculares y metabólicas como la obesidad.

Una investigación sugiere que el consumo de carbohidratos puede subir entre un 35% y un 40% después de cuatro o cinco días de sueño restringido, debido al aumento del nivel de una hormona llamada grelina. Esta hormona nos hace sentir hambre y nos alienta a consumir alimentos con azúcar y carbohidratos.