La cosecha de votos que traccionó la candidatura de Mauricio Macri para los candidatos a legisladores porteños fue más alta de la esperada por el propio jefe de Gobierno porteño. El PRO ponía en juego 14 bancas y las encuestas previas vaticinaban que, sólo obtendría 11. Sin embargo, ganó 16 bancas, y aún cuando igual que en el actual período no tendrá mayoría, lo dejó cerca del quórum propio en la Legislatura: Tendrá 26 de un total de 60 escaños.

La contracara, sin duda, fue la magra elección de los candidatos a legisladores kirchneristas que apenas sacaron la mitad de los sufragios que sumó Filmus porque repartió ganancias con las colectoras de Aníbal Ibarra y de Martín Sabatella.

Y la gran perdedora de la noche fue la “La Cámpora” ya que la lista K había apostado todas sus fichas a Juan Cabandié, nieto recuperado, jefe del bloque K en la Legislatura porteña y uno de los líderes de la agrupación que fundó el hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner. Cabandié, que encabezó la lista y a quien tuvo más publicidad del Gobierno nacional que el propio Filmus, obtuvo 14% de los votos lo que le permite sumar cuatro bancas.

En tanto, Ibarra conseguía un 6,72%, con lo cual mantenía dos bancas, una menos de las que tenía. Por su parte, la lista de Sabatella, lograba el 6,53% y sostenía las 2 que tiene.

La disputa no era para nada menor. El kirchnerismo cuenta hoy con diez legisladores: cuatro propios y seis aliados. De ellos, renovaban siete.

Dos propios (Cabandié y Gabriela Alegre), dos de Nuevo Encuentro (Cerruti y Gonzalo Ruanova) y tres de Ibarra (el propio ex jefe de Gobierno más Eduardo Epszteyn y Raúl Puy).

Pese a que se trataba de aliados, en la campaña electoral hubo diferencias, principalmente porque el kirchnerismo intentó que no se licuaran en las colectoras los votos de Cabandié. No en vano gran parte de los afiches de las calles buscaban apuntalar la imagen de Cabandié.