El INTA está desarrollando a Chango, una máquina con dos velocidades de avance y toma de fuerza de 4,5 HP para mejorar las tareas. Un equipo de investigadores del INTA integrado por especialistas del IPAF Región Pampeana, la Experimental Hilario Ascasubi y el Instituto de Ingeniería Rural avanza en el desarrollo de un prototipo que pueda reemplazar la tracción animal por unidades de tracción motorizadas.
"Con este diseño buscamos mejorar la eficiencia de los procesos productivos y conseguir mejores condiciones de trabajo", señaló Juan Pablo D’Amico, investigador de la experimental Hilario Ascasubi del INTA, quien añadió: "Somos conscientes de que la tecnología promueve la humanización del trabajo y la mayor eficiencia de los sistemas productivos agropecuarios regionales".
El prototipo multipropósito fue diseñado para para mecanizar labores estacionarias, como accionar moledoras o bombas, y labores dinámicas, como: manipulación, transporte y almacenamiento; aporte de fertilizante y agua; preparación y conservación del suelo; siembra y plantación y recolección, entre otras tareas.
Tipológicamente la estructura de la unidad se asemeja a la de un moto-cultivador. Sin embargo, la particularidad radica en que el motor y gran parte de los componentes de la transmisión se encuentran dentro de la circunferencia que describe la rueda. "Esta configuración genera el peso adherente necesario para la tracción y facilita la operación armoniosa del equipo", explicó.
Entre otras ventajas, la configuración mono-rueda permite la adaptación a diversos tipos de labores y no genera inconvenientes en el ajuste de la trocha. Cuenta con dos marchas de avance, posee una toma de fuerza independiente y el diseño del chasis facilita la ubicación de una barra portaherramientas delantera y una trasera, ambas regulables en altura.

