Días atrás, en Buenos Aires se llevó a cabo a 6 ta. edición del BAAS (Beauty Antiaging and Aesthetic Sessions) donde reunió a más de 2000 especialistas médicos dermatólogos, cirujanos plásticos y especialistas en estética de Latinoamérica con un nivel alto científico y se presentaron conclusiones técnicas

"En la actualidad hay un gran crecimiento de la demanda y existe en nuestro país un gran abanico de tratamientos no invasivos que permiten prevenir y tratar con excelentes resultados", dice Sergio Escobar, dermatólogo Director del BAAS y docente en Dermatología y Farmacología de la UBA.

El experto subraya que el foco está en una mirada más estética sobre la cara del paciente y el asesoramiento facial y que la importancia de la evaluación es la clave para un buen resultado. Insiste en que hoy cambió la mirada y esto lleva a los especialistas a trabajar con las nuevas tecnologías y las  combinaciones para potenciar la belleza, sin perder la naturalidad.

Cada vez hay más seguridad en el uso de los rellenos de ácido hialurónico, como también del uso de la toxina botulínica. Hay nuevas tecnologías que permiten obtener resultados muy naturales. Sin embargo, hoy se busca un resultado general y armónico. "Lo nuevo hoy es la naturalidad: vernos guapas a nuestra edad y con nuestros rasgos", dijo, el médico Javier Anido dermatólogo español y el elegido de Penélope Ccruz y muchas modelos españolas que fue uno de los oradores más populares en esta nueva edición del BAAS.

El especialista español destaca que aunque pueda parecer una contradicción, lo nuevo ahora es la naturalidad. Cuidarse para mantenerse, y significa también implicar al paciente en su propio cuidado. Es necesario contar con un correcto diagnóstico, con un tratamiento efectivo y con un acto preventivo.

"La medicina estética es la medicina de la belleza todo lo que hagamos no es para transformar a la gente, ni solo para quitar arrugas, sino que es para que se vean más guapas con sus rasgos y a su edad. La clave es que los especialistas puedan potenciar la belleza de cada persona", resaltan los expertos.

No es que la gente venga al consultorio y la paciente nos diga quiero este tratamiento los especialista debemos asesorarla y potenciar su belleza en forma natural y hacerle un Plan de Tratamiento.

Según la edad: ¿qué se debe hacer? 

A los 20: lo más importante será incorporar rutinas de cuidado comenzar con la prevención, con fotoprotección y no olvidar que este cuidado es todo el año. Además hidratación diaria y las rutinas de cuidado que llegan para quedarse. En esta etapa una de las consultas más habituales es la aparición de ojeras o discromías en la piel.

A los 30: hay quienes ya comienzan con lo que llamamos "Baby Botox" en forma preventiva. Esta especialmente indicado para personas muy gesticuladoras que fruncen mucho el entrecejo y que se sabe que en poco tiempo va a generar surcos de gesticular y en estos casos el uso de botox es una muy buena opción.

De los 35 a los 40: en esta etapa la piel va hablar del estilo de vida. En este rango hay mucha variabilidad en las pieles de cada persona. Esto dependerá de su expresividad y su fotodaño como fue su compartimiento frente al sol, y a las rutinas diarias de cuidado. La expresividad se traduce en arrugas y por eso es clave la prevención y el tratamiento temprano.

Escobar dice que "a los 20 tenes la cara que te dio la naturaleza" y " a los 40 tenes la cara que te ganaste", destacando que hay que cuidarse y trabajar en la prevención de la piel si se quiere llegar bien a los 40 años.

A los 40, en esta etapa la toxina botulínica (bótox) y los rellenos de ácido hialurónico o fillers son los elegidos junto a las tecnologías que ayudan a mejorar la calidad de la piel y combatir la incipiente flacidez.

A los 50 también hay una amplia gama de alternativas para tratar manchas, flacidez, ojeras, poros dilatados lo importante es ver cómo llegamos a los 50. A esta edad hay también un nuevo aliado que son los hilos tensores, quienes brindan excelentes resultados pero con herramientas novedosas. Sin embargo, la clave es siempre un análisis profundo y un plan de tratamiento y una rutina diaria bien acompañada.