Sin medidas no hacemos nada. Esa es la primera premisa fundamental cuando se quiere distribuir adecuadamente un dormitorio, o una sala de estar, o un estudio… lo que sea, es tomar bien las medidas de las que disponemos.

Tomar medidas bien, es más fácil de lo que parece. Simplemente lo que tenés que hacer es un plano sencillo donde incluirás las medidas básicas y los elementos estructurales importantes como ventanas, radiadores o columnas.

Una vez tengas este sencillo plano listo, ya estarás en disposición de saber qué muebles comprar y cómo distribuirlos.

A la hora de hacer este plano sencillo, tené en cuenta que necesitás dibujar la puerta de entrada a la habitación y dejar un espacio para la apertura de la puerta. Esto, que “a priori” puede parecer una tontería, te evitará posibles problemas en un futuro.

Decime qué medida tenés, y te diré qué muebles poner…

Con el plano hecho, ahora sí podemos hacer la distribución del dormitorio de manera adecuada.

Dicho esto, toca elegir las piezas que compondrán la habitación, y que variarán en función de las medidas que tengamos, y de nuestros gustos y necesidades.

Por ejemplo: Si tenemos pocos metros cuadrados, elegiremos muebles fundamentales: cama, mesitas y armario.

De lo contrario, si tenemos espacio suficiente, podremos colocar muebles y piezas auxiliares como cómodas, percheros, sillones, baúles, bancos…

Recordá que es muy importante NO sobrecargar el ambiente, ya que esta habitación debe ser un lugar que transmita paz y armonía para facilitar el descanso.

La cama como elemento protagonista

Gracias al plano que hemos creado con las medidas del dormitorio, hemos podido decidir qué piezas vamos incluir, en función de nuestras necesidades. Pero ahora, toca algo que seguramente es lo más complicado a la hora de distribuir el dormitorio, y es saber ubicar la cama adecuadamente.

Es la pieza central del dormitorio, a partir de la cual girará toda la decoración. Por tanto, será el primer mueble que deberás colocar en el plano.

La recomendación es situar  la cama de manera que no quede pegada a la ventana.

Otra mala idea de distribución en el dormitorio, sería poner la cabecera debajo de una ventana, por muy estético que nos parezca. Este es un error común en el que debemos intentar no caer.

Lo ideal a la hora de ubicar la cama en el dormitorio principal, es colocar la cabecera pegada a una pared, y tener en cuenta que se necesita un mínimo paso de 80cm alrededor de ella, para así poder pasar sin problemas, y evitar esos “malditos” golpes que todos nos hemos dado a la hora de intentar hacer la cama.

Los demás elementos secundarios…

Aunque sea un elemento secundario, o no tan importante como la cama, ubicar el armario de nuestro dormitorio, tampoco es una tarea fácil. Para ello lo más recomendable es colocarlo lejos de la puerta para no entorpecer el paso. Además, si vas a optar por armarios con puertas rebatibles, deberás tener en cuenta el espacio que éstas ocupan al abrirse.

En cuanto a las mesitas de luz, es preferible que cuenten con espacio libre alrededor para que el dormitorio no parezca saturado.

Fuente: MUNDO CLUB HOUSE