Desde hace siglos, estas piedras son utilizadas como símbolo de protección o para armonizar los diversos aspectos de la vida, así como también como herramienta de empoderamiento. El crecimiento de las tiendas y la demanda de cursos confirma una tendencia en auge. Citrino, para el dinero, turmalina negra contra la mala energía. 
 

Cuarzo cristal: de color trasparente, es la piedra madre, por lo que trabaja activamente en todos los chakras y momentos de la vida. Básico para la purificación, limpia y repara el aura a nivel físico y espiritual. La piedra que aporta más luz en momentos de oscuridad.
 

Amatista: de tonalidad violeta, transmuta de baja vibración en positiva. Para los que se están por mudar, viajar o cambiar de trabajo, se aconseja uso. A su vez, tiene el poder de la meditación, la curación, influye en el amor, la protección, la felicidad, por lo que se recomienda colocarla debajo de la almohada.
 

Turmalina negra: escudo contra la malas energías, tanto propia como del entorno. Favorece la circulación del ambiente absorviendo la bruma electromagnética. Es una piedra guardiana ideal para ubicar en 'los espacios preciosos', como casa y trabajo.
 

Citrino: abundancia y prosperidad. Conecta con el poder emocional con la motivación, autoestima y confianza. Una vibración de luz transmuta y disipa la energía tóxica y el conflicto; refuerza la conexión con el mundo material. Aconsejan llevarla en la billetera.
 

Agatha cornalina: el color vibrante rojo/anaranjado proviene del óxido de hierro. Favorece la creatividad, la imaginación y la concentración. Es muy buena para se esta decaído. En el plano físico, es un aliado del sexo. Se puede llevar bajo la almohada.
 

Cuarzo Rosa: permite conectarse con el amor. Da armonía en relaciones, en el amor, ayuda con la paz. Ideal para reglar a parejas, madres y niños. El lugar de guardado: la mesita de luz