Las celebrities ayudan a dar a conocer e instaurar algunas tendencias saludables que se salen de lo común. Últimamente, una de las bebidas probióticas que ganó más popularidad entre los famosos es la kombucha.

Según distintos organismos estadounidenses, se registró creció un 25% el consumo de esta bebida en todo el mundo. Son fanáticos de ella Gwyneth Paltrow, Nikki Reed, Leonardo di Caprio o la reina Letizia.

Se trata de una bebida que se obtiene de la fermentación del té endulzado que ha sido fermentado por un conjunto de bacterias y levaduras llamadas SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast). Su sabor tiene un toque ácido y tomada fría, es una opción ideal para refrescarse.

Para prepararla, se añade azúcar al té. Cuando se enfría la infusión, se le agrega una serie de hongos y bacterias que se hacen fermentar durante una o dos semanas que le confieren una textura gelatinosa. A el kombucha, de origen asiático, se le conoce como el “hongo de la inmortalidad”, porque si se prepara adecuadamente ofrece bebida indefinidamente.

Entre algunas de los beneficios que se le atribuyen, ayuda a la actividad digestiva, en la prevención del cáncer y la diabetes, a eliminar grasa y toxinas, cuidar las articulaciones, prevenir lesiones y reforzar el sistema inmunológico. Además, tiene propiedades antioxidantes que colaboran a depurar y desintoxicar el organismo, particularmente el páncreas y el hígado.