Ideal para acompañar el mate, el té o el café de la tarde, una de las recetas más sencillas y deliciosas para hacer en solo un rato una suave y esponjosa torta de naranja.

La única dificultad que puede llegar a encontrar esta receta es la de llevar las claras a punto nieve pero también es una gran oportunidad para que los chicos puedan aprovechar todas las propiedades de esa fruta, como su alto contenido en vitamina C, fibra y propiedades antioxidantes. 

* Ingredientes

- 1 taza de azúcar

- 5 yemas de huevo

- 3 naranjas

- 1.5 tazas de harina leudante

- 200 gramos de crema de leche

- 5 claras de huevo

- 250 gramos de azúcar impalpable

- 3 cucharadas de jugo de naranja

- 75 gramos de manteca blanda

- 1 cucharada de ralladura de naranja

* El paso a paso

- Rallá la piel de 3 naranjas y reservalo en un platito. Separá las yemas de las claras. En un bol colocá las yemas junto con el azúcar y la ralladura de naranja. En la batidora, o con batidor manual, batí todo hasta obtener una crema esponjosa. Seguí batiendo mientras le vas incorporando, de a poco, la crema de leche.

- Exprimí 2 naranjas (pueden ser las mismas con las que se obtuvo la ralladura) y pasá el jugo por un colador. Incorporá al batido anterior la harina leudante y mezclá con el batidor mientras vas alternando el jugo de naranja. Uní todo con movimientos envolventes, para que la preparación quede bien aireada.

- En un bol aparte, batí las claras hasta llegar al punto nieve. Unilas al batido anterior, mezclando suavemente con el batidor, como para que la masa no se baje y resulte esponjosa. Vertí la preparación en un molde desarmable de 24 centímetros de diámetro, previamente enmantecado y enharinado

- Precalentá el horno en fuego medio (entre 170º y 190º). Introducí la torta y cocinala en fuego moderado aproximadamente una hora o hasta que al clavarle un cuchillo, salga sin que nada se adhiera. Si se te dora muy rápido, tapala con papel aluminio o una tapa de cacerola. Cuando esté lista, retirala del horno, desmoldala sobre una rejilla y dejala enfriar.

- Una vez fría, podés comerla así o cubrir el exterior con un azucarado. Este cobertura la podés hacer de la siguiente manera: batí la manteca blanda con el azúcar impalpable tamizada hasta obtener una pasta. Seguí batiendo mientras le incorporás gradualmente el jugo de naranja. Perfumá con la ralladura y cubrí la torta con espátula. Rallá la superficie con un tenedor y decorá a gusto.

Fuente: El Destape