Una nueva y polémica práctica entre jóvenes encendió las señales de alerta en el mundo. Se trata del "Deodorant Challenge", o desafío del desodorante. La práctica consiste en rociar la piel con el aerosol el mayor tiempo posible.

¿La consecuencia? El líquido puede generar quemaduras de hasta segundo grado. Uno de los casos más resonantes es el de una adolescente inglesa de 15 años que sufrió importantes daños en su brazo y podría necesitar un injerto de piel.

El tipo de quemadura generada por el spray puede requerir una cirugía para reparar el tejido dañado. "No se puede echar el spray por más de tres segundos. De ser así, se generan quemaduras en la piel", indicó el cirujano Omar Torres a Univisión Noticias, y aclaró que ese tipo de lesiones puede dejar cicatrices permanentes.

El polémico desafío no es nuevo. Hace más de 10 años, medios australianos hablaron de la moda del "frosting" (congelamiento o escarcha), también con desodorantes en aerosol. Los especialistas afirman que quince segundos de exposición a un spray pueden bajar unos 60 grados la temperatura de la piel.

Este viral se suma a otro reciente que también puede provocar graves daños en las personas: comer cápsulas de detergente.