La exploración sobre el origen de la expresión popular corresponde a otra sección. Sobre la hornalla, esto de tener la sartén por el mango puede tener muchas lecturas. La teoría dice una cosa, el bolsillo a veces pide otra, y la decisión se torna complicada. ¿Cómo elegir la sartén perfecta para el hogar? Y, lo más importante: ¿cómo cuidarlas para extender su vida útil?

Existen distintos tipos de sartenes para cocinar determinados alimentos con técnicas especiales. Para el día a día hogareño, las más versátiles son las antiadherentes: alcanza con una porción mínima de materia grasa para que los alimentos no se peguen; la cocción es rápida, pareja y sencilla; y son fáciles de limpiar.

Pero no todos están atentos a los cuidados básicos y es común encontrar sartenes que parecen arañadas, con una costra oscura que no se despega. No se trata de un problema estético: los alimentos se pegan a la sartén, la cocción se complica y hasta se altera el sabor. A medida que el material antiadherente se empieza a desprender, se pega a los alimentos y los vuelve tóxicos para el organismo. Llegado ese punto, no hay manera de recuperarlas y es momento de cambiarlas.

Un dato para tener en cuenta: aunque en general las sartenes de teflón son antiadherentes, no son sinónimos. También pueden ser de cerámica o piedra (mucho más resistentes y con menos riesgo de que tengan entre sus componentes materiales que a largo plazo pueden ser insalubres), de aluminio o titanio. Lo que llevan en general las sartenes de uso hogareño es un recubrimiento antiadherente, que es lo que hay que cuidar.

Lo más importante es evitar que la superficie se raye. Entonces:

*No usar jamás utensilios de metal al cocinar. Podés recurrir a las cucharas o espátulas de plástico, madera o silicona que se venden en la mayoría de los bazares y supermercados.

*Lavarlas con una esponja suave, detergente y agua tibia. No es recomendable meterlas en el lavavajillas porque el jabón es más abrasivo y puede dañarla.

*Si se guardan apiladas, mejor colocar un separador (puede ser un paño de papel tissue) para que no se rocen.

*Este tipo de sartenes no resiste cocciones prolongadas a fuego muy fuerte. En ese caso lo mejor es utilizar las de acero inoxidable que se usan en las cocinas profesionales. Para disminuir el impacto en la superficie antiadherente, evitar precalentarlas cuando están vacías y recurrir a difusores de calor.

*Tampoco es bueno dejarlas con la comida que sobró, porque son preparaciones que también van dañando la superficie antiadherente de la sartén. Cuando la cocción está lista hay que pasar los alimentos a otro recipiente, dejar que la sartén se enfríe y recién después llevarla debajo del chorro de agua fría. Es que los cambios bruscos de temperatura deforman sus capas internas y, en consecuencia, el calor deja de distribuirse de forma uniforme.

*TIP: Para sacar restos de alimentos que quedaron pegados se puede poner a calentar a fuego bajo con agua con un poco de vinagre y bicarbonato de sodio, esperar a que hierva y dejar de enfriar antes de volver a lavarla con una esponja suave y detergente.