El presidente Alberto Fernández le dio el pistoletazo de salida a una obra que promete revolucionar la matriz productiva de Argentina y le permitirá al país dar el gran salto en materia de producción de gas para iniciar el camino de la independencia energética.

Se trata del gasoducto Néstor Kirchner que resultará clave para el desarrollo de la colosal formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.

Concretamente, el Presidente anunció en el yacimiento Loma Campana, en la provincia de Neuquén, epicentro de la formación de Vaca Muerta, que en mayo próximo lanzará la licitación de esta mega obra que se extenderá por tres provincias argentinas.

"Estamos parados sobre una enorme reserva de gas que, sin embargo, no tiene mucho sentido tenerla si no tenemos manera de transportarla", dijo Fernández.

El anuncio coincide con el décimo aniversario de la decisión de la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015) de expropiar a la petrolera española Repsol el 51% de sus acciones en YPF, la mayor productora de hidrocarburos de Argentina y que lidera la producción en Vaca Muerta.

La licitación anunciada ayer, a cargo de la Secretaría de energía y de la empresa estatal Integración Energética Argentina (IEASA), comprende la construcción de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner y del Sistema de Gasoductos Transport.Ar Producción Nacional.

El Gobierno ha destacado que esta obra permitirá ampliar la capacidad de transporte del sistema argentino de gasoductos, además de potenciar las exportaciones de gas a países vecinos y generar un mayor ahorro fiscal y de divisas anuales.

PROYECTO EN ETAPAS

El secretario de Energía, Dario Martínez, precisó en el acto que en las primeras semanas de mayo se lanzará la licitación de la obra, con vistas a adjudicarla en julio y que comiencen los trabajos en agosto. La primera etapa del proyecto incluye la construcción de un ducto de 558 km entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (provincia de Buenos Aires), la construcción de otros tramos y la ampliación de gasoductos ya existentes, con una inversión de 1.500 millones de dólares.

De acuerdo con datos oficiales, una vez concretada, esta primera etapa de la obra permitirá un incremento de la capacidad de transporte en 24 millones de metros cúbicos diarios de gas y generará un ahorro de divisas de 3.400 millones de dólares anuales, además de un ahorro fiscal por la sustitución de importaciones de gasóleo y gas natural licuado.

En tanto, la segunda etapa, que concluiría hacia 2024, permitirá llegar con gas natural al sur de la provincia de Santa Fe (centro), abriendo la posibilidad de abastecer a grandes centros urbanos e industrias del centro y norte del país, como así también la oportunidad de exportar a Brasil y Chile.

Además, Argentina afronta fuertes desafíos fiscales por los crecientes costos de los energéticos que debe importar, particularmente en el invierno austral cuando crece la demanda de industrias, generadoras eléctricas y hogares, y cuyos precios se han disparado desde la invasión rusa a Ucrania.

Con vistas a lograr un alivio recién en 2023, cuando las obras de la primera etapa estarían listas, Argentina ha buscado asegurarse la provisión de gas natural para el invierno que se avecina mediante un acuerdo con Bolivia para importar desde ese país volúmenes adicionales en los próximos meses.

  • Vaca Muerta, sólo explotada en un 7%

Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo, se ha desarrollado sólo en un 7 % de su potencial y en 2021 registró un fuerte crecimiento en inversiones y producción, particularmente en gas natural, gracias al denominado plan Gas.Ar, que otorga incentivos en este sector. Sin embargo, la creciente producción encuentra su límite en la actual capacidad de transporte de los gasoductos, por lo que es imprescindible su ampliación. El trazado del ducto prevé poner en valor el Gasoducto del Noreste Argentino, al llegar a San Jerónimo con 20 MMm3/d, lo que permite el abastecimiento del Litoral y el Noreste históricamente postergados, sin acceso a la red de gas natural.